Un domingo como hoy, 1º de mayo, pero de 1994, moría en el circuito de Imola Ayrton Senna Da Silva, uno de los pilotos más amados y de los mejores en la historia de la F1.
La temprana muerte de Ayrton Senna dejó un vacío enorme en la máxima categoría automovilística que difícilmente podría llenarse en los años venideros. El triple campeón del mundo perdió la vida el 1º de mayo del 94, mientras se disputaba el Gran Premio de San Marino de ese año, en el circuito de Imola.
En la vuelta 7, mientras lideraba dejando atrás varias vueltas consecutivas con Safety Car, Senna perdería el control de su Williams y se estrellaría en la curva de Tamburello. Parecía un accidente normal, pero cambiaría el curso de la historia en la F1 para siempre. Ayrton Senna murió en el acto, y con él una carrera impecable, un estilo nunca visto de conducción, y una mentalidad ganadora como la de pocos.
El brasileño debutó en la máxima en el Gran Premio de su casa de 1984, con la escudería Toleman. Sus buenos resultados en la primera temporada le posibilitaron saltar a Lotus, donde lograría sus primeras victorias. En el 87 estuvo cerca de ganar el campeonato, pero finalizaría tercero, lo que le valió su pase a McLaren, la escudería donde conseguiría la gloria.
Los títulos del 88, 90 y 91 lo catapultaron como uno de los mejores pilotos en toda la historia de la F1, peleando palmo a palmo cada carrera con Alain Prost, que fue su compañero y máximo rival durante algunas temporadas. Finalmente, el rendimiento de Williams a principios de los 90 lo tentó y el brasileño firmó para la temporada de 1994 con la escudería inglesa. Pero en la tercera fecha de ese año, perdería la vida y se convertiría en leyenda.
Este domingo, será la primera vez que se corra en un aniversario de la muerte de Senna. Todos los fanáticos de la F1 esperan que se homenajee de la mejor manera a Magic: con una verdadera lucha en la pista.
