La ciudad de Alepo respira sin bombas por estas horas, luego de que Rusia anunciara el cese de los ataques en el este de la ciudad y la ampliación de una «tregua humanitaria» a 11 horas.
La tregua, que comienza hoy y durará tres horas más de lo previsto, permitirá la salida de los que quieran huir de esa ciudad del norte sirio, que se ha convertido en el principal frente de la guerra que devasta el país desde 2011.
Si bien no se registran bombardeos desde el martes en la mañana, «sigue habiendo combates en varios frentes cerca de los barrios rebeldes, en especial en la Ciudad Vieja, con tiros de artillería del régimen y disparos de cohetes por los rebeldes», precisó el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
Los ataques del régimen de Bachar al Asad contra los civiles en Alepo –que cuentan con fuerte apoyo de Rusia– fueron condenados por el Consejo Europeo, que llamó a «un cese inmediato de las hostilidades y la reanudación de un proceso político creíble bajo los auspicios de la ONU», indicaron los 28 miembros en un borrador.
Además, se pedirá la adopción de «medidas urgentes para garantizar el acceso humanitario sin trabas a Alepo y otras partes del país», de acuerdo con la propuesta que será discutida durante una cumbre en Bruselas que empezará hoy y durará dos días.
La zona rebelde de Alepo está completamente sitiada por las fuerzas gubernamentales desde hace tres meses y desde principios de año hubo tres treguas, aunque sin resultados.
En esta oportunidad, la «pausa humanitaria», que comienza a las 8 de la mañana –hora local–, habilitará seis corredores humanitarios para evacuar civiles y heridos, y otros dos pasos para la eventual retirada de combatientes.
Si bien la duración de la tregua aumentó, para la ONU continúa siendo «insuficiente» y se necesitan al menos 48 horas, dijo el portavoz de la Oficina de coordinación de asuntos humanitarios, Jens Lærke.
