Artfinder y el millonario negocio del arte

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El fundador y director de Artfinder, Jonas Almgren, estableció este portal online en 2013. Quería dar a artistas independientes como West, quienes no estaban representados por una galería, la oportunidad de vender sus obras.

El portal ya cuenta con artistas de 108 países y con clientes en todas partes.

Después de trabajar como informático en Silicon Valley, Almgren pasó una década trabajando en galerías exclusivas neoyorquinas donde pagar US$10.000 por un cuadro se considera razonable.

Dice que su experiencia le ha enseñado que la mayoría de los artistas «simplemente no tienen la oportunidad» de tener éxito, y quería cambiar esto.

Su empresa cobra un 30% de comisión sobre las ventas, y ofrece devoluciones sin cargos, ya que reconoce que es difícil comprar algo tan visual por internet.

El año pasado lograron vender US$5 millones en cuadros.

Esto le ha enseñado cómo los gustos varían dependiendo del país.

Según le explica Almgren a Katie Hope de BBC News, mientras las pinturas abstractas y paisajísticas son populares en todas partes, a los británicos les gustan especialmente las pinturas de gatos y perros. A los estadounidenses, por otro lado, les gustan los retratos y normalmente compran cuadros grandes, seguramente porque tienen casas más amplias.

Además, la actual debilidad de la libra esterlina ha significado que los compradores de EE.UU. pueden gastar más dinero en obras británicas.

Pero lo más importante, según Almgren, es que su galería online intenta satisfacer todos los gustos.

Rise Art también quiso revolucionar el mercado de arte. Establecido en 2011, esta empresa se centra en ventas online, con precios que oscilan entre US$260 y US$39.000.

A pesar de que las ventas de arte online representan únicamente el 10% del mercado global, hay estudios que señalan que esto podría cambiar.

Pero el fundador y director de Rise Art, Scott Phillips, admite que, por muy buenas que sean las imágenes virtuales, nada sustituye ver una obra en persona. Para ayudar a sus compradores, el portal les ofrece la posibilidad de alquilar obras de arte y convivir con ellas antes de comprarlas.

Su empresa es más selectiva que Artfinder y sólo acepta entre el 1% y 5% de los artistas que solicitan vender a través de ellos. Rise Art también cobra una comisión mayor: 40%.

Phillips afirma que portales como el suyo forman parte de una nueva ola que está transformando el mercado.

Dice que empresas como eBay y Amazon tienen productos que son más bien mercancías y que han sido «destructivos de cierta manera». Rise Art, en cambio, «celebra la creatividad, ofreciendo a los artistas una nueva manera de vender y mostrar su trabajo», según le comenta a Katie Hope de BBC News.

Su empresa exporta obras a 40 países y sus ingresos durante los primeros tres meses de este año fueron un 110% superiores a los del anterior.

Pero las casas tradicionales siguen vigentes, aunque se han adaptado. Es el caso de Christie’s, donde una de sus últimas colecciones, que incluye 26 obras de arte contemporáneo, estuvieron en un «mini tour» por el mundo, pasando por Hong Kong, Londres y Los Ángeles.

La subasta incluye obras famosas de Christopher Wool y Sigmar Polke valoradas en US$20 millones cada una. Se espera que las 26 obras lleguen a los US$100 millones.

Alex Rotter, de Christie’s explica que además de exponerlas en sus oficinas de Nueva York, donde se realizará la subasta, era importante mostrarlas alrededor del mundo, para alimentar el interés internacional.

«Si vas a pagar miles de dólares por una obra, quieres ser el primero en verla», añade.