Se desconoce su extraña aparición, pero la isla de Fernando de Noronha está repleta sapos de la especie cururú con múltiples deformaciones.
La isla Fernando de Noronha, en Brasil, presenta una notable particularidad: está invadida de sapos con anomalías en las mandíbulas, los ojos, la boca y la nariz, según señala un estudio publicado en la revistaJournal of Zoology.
Si bien, desde hace décadas el lugar está invadido de sapos, cerca del 20% de ellos se hallan parcial o completamente ciegos. Algunos carecen de uno o ambos ojos, mientras que otros no poseen iris o los tienen decolorados. Además, muchos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes.
Esas anomalías han cambiado profundamente el modo en que la especie se comporta ya que, en condiciones normales, la mayoría de ellos usan pistas visuales para encontrar, cazar o atrapar su presa. Sin embargo, estos sapos han adoptado una estrategia distinta y relajada para alimentarse ya que «los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos».
Según el estudio, nadie sabe con certeza cómo los sapos llegaron ahí ni el motivo de sus malformaciones. Pero los expertos se hayan investigando si alguna bacteria podría ser la causante de estas anomalías y se encuentran analizando pruebas en el agua y suelo de la isla en búsqueda de factores contaminantes.
«Estos mismos factores pueden tener el potencial de impactar o extenderse a otras especies silvestres en la isla con el sapo, actuando como un temprano sistema de alerta de problemas ambientales», advierte el estudio.
