Villarreal había sido acusado semanas atrás de supuesto maltrato por el estrés, la frustración y la disminución del sistema inmunitario que estarían sufriendo algunas especies al estar enjauladas en espacios muy reducidos en el Hospital Veterinario que funciona dentro del Zoo.
Hasta el momento, pesan sobre Villarreal 13 imputaciones por supuestos hechos de maltrato (tres animales fueron relocalizados tras la acusación), a los que ahora se le sumaron otros siete, para totalizar 20.
Ante las acusaciones en su contra, Villarreal explicó a diario La Voz que «habría dispuesto que se le corten los tendones de las alas a los siete flamencos para que no vuelen», ya que en caso de no tomar esa medida, se “habría producido invasión de flamencos en toda la ciudad de Córdoba”.
Además, añadió que dicha acción «es para que las aves no vuelen, se vayan fuera del zoológico y terminen atropellados o en otras manos». Sin embargo, el fiscal que atiende en la causa consideró que los flamencos sufren por la situación a la que fueron sometidos.