Los partidarios de la ex secretaria de estado, Hillary Clinton, no aguantaron su tristeza por la forma en que se fue dando la elección. La derrota en Florida, Carolina del Norte y Ohio generaron las primeras caras largas en el buker demócrata.
A medida que se fueron desarrollando los comicios, los partidarios de Hillary Clinton pasaron de la esperanza, a la desazón y al llanto. Minuto a minuto vieron como lo que parecía una tendencia demasiado temprana se convertía en una verdadera pesadilla: Donald Trump se imponía en estados clave, como Florida, lo que daba vuelta la elección en favor del polémico magnate.
Las reacciones no tardaron en llegar. Cerca de las 11:30 de la noche, los demócratas comenzaron a pensar que tal vez perderían la elección presidencial. Con la confirmación de la derrota en Carolina del Norte, Ohio y la paridad en estados donde parecía que Hillary ganaba sin problemas, no aguantaron más: los llantos se hicieron presentes.
