Las norteamericanas por primera vez se colgaron el oro tras vencer a China en Milan por 3-1 (27-25, 25-20, 16-25 y 26-24). Brasil había conseguido el tercer lugar más temprano al vencer a Italia por 3-2 (25-15, 25-13, 22-25, 22-25 y 15-7).
La primera ventaja fue para las asiáticas, pero las campeonas remontaron y llegaron en desventaja al primer tiempo técnico, aunque solo por un puntos. Pero mejorando en los remates y con buenos parciales favorables las de azul se llevaron el primer set, pese a que habían perdido las primeras cuatro posibilidades.
El segundo parcial fue más tranquilo para las últimas dos subcampeonas olímpicas, asomando Kimberly Hill como figura con sus 20 puntos (19 de remate), siendo la goleadora junto con Chunlei Zeng. También aportó siete bloqueos Christa Harmotto Dietzen, segundo máxima anotadora con 15.
En el tercer set China sumó muchos puntos aprovechando la velocidad y pegando rápido por el centro, pero las distracciones de las estadounidenses se corrigieron en el último set y allí pudieron confirmar la coronación pese a la pequeña remontada del final.
Esta era la tercera final de Estados Unidos luego de las derrotas con Japón de visitante en 1967 y contra Italia en Alemania 2002. Las chinas habían sido campeonas en Perú 1982 y Checoslovaquia 1986, mientras que de local en 1990 (vs. URSS) y en Japón 1998 (vs. Cuba) habían perdido la final.
