Estrés y memoria: dos aspectos complementados

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Una nueva investigación publicada en la revista Scientific Reports  indicó que cuando una situación traumática se prolonga durante mucho tiempo, el estrés puede ocasionar que el cerebro se contraiga y producir problemas de pérdida de memoria.

Altos niveles de estrés al que las personas están sujetas ya sea a nivel personal (enfermedades, conflictos familiares), laboral (preocupaciones, presiones), o académico (calificaciones, exámenes) prolongadas por largo tiempo, podrían ocasionar que el cerebro se contraiga, según indicó una reciente investigación.

El informe realizado por científicos del laboratorio de Shane O’Mara en el Trinity College en Dublín (Irlanda) y el Centro Nacional de Ciencias Biológicas de Bangalore (India), y publicado en la revista Scientific Reports. surgió tras someter a un grupo de roedores -cuyas reacciones son similares a las de los humanos- a diferentes situaciones de estrés durante 2 horas a lo largo de 10 días.

Luego de finalizar la prueba se comprobó que «el hipocampo de los roedores estresados se había reducido todavía más», observando considerables diferencias en las pruebas de memoria entre los ratones estresados -que reaccionaban peor- y los que no lo estaban.

Los resultados determinaron que «la estructura del cerebro se modifica con el estrés y este cambio además es la antesala de un escenario de pérdida de memoria». Tras considerar que unos días de prolongado estrés no debe catalogarse  como estrés crónico, los resultados de esta investigación podrían sorprender aun más si se observa la vulnerabilidad que adquiere  el sistema orgánico general ante la incidencia de este factor.