Fallo histórico: La orangutana del zoo porteño recuperará su libertad

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Es la primera vez que un hábeas corpus falla a favor de un animal en cautiverio. Será trasladado a un santuario en Brasil.

Luego de dos décadas en cautiverio en el zoo porteño, la orangutana «Sandra» que por largos años sirvió de entretenimiento a niños y adultos, recuperará su libertad luego de que la Cámara de Casación Penal le concediera un hábeas corpus y resolviera, por unanimidad, que gozará de derechos básicos tras ser declarada «sujeto no humano».

Sandra tiene 29 años y fue reconocida como persona jurídica, lo que le abre el camino a ser trasladada a un santuario brasilero donde podría vivir en semilibertad. Si bien los animales no gozan de derechos como las personas, se considera que los chimpancés, orangutanes y gorilas cuentan con un grado de entendimiento y sentimientos similares a los del humano, según detalla hoy el diario Infobae.

El hábeas corpus, presentado por la Asociación de Funcionarios y Abogados por el Derecho de los Animales (Afada), había sido rechazado en noviembre pasado por la jueza penal de instrucción Mónica Berdión de Crudo; pero finalmente, la Sala II consideró que se trataba de un «confinamiento injustificado de un animal con probada capacidad congnitiva». De esta forma, el fallo «reconoce al animal el carácter de sujeto de derechos, pues los sujetos no humanos (animales) son titulares de derechos, por lo que se impone su protección en el ámbito competencial correspondiente».

Según subraya la decisión judicial,  es una medida histórica ya que «constituye un golpe a la columna vertebral del ordenamiento jurídico argentino, cuyas normas civiles consideran a los animales como cosas y abre un camino, no sólo para los grandes simios, sino también para el resto de aquellos seres sintientes que se encuentran injusta y arbitrariamente privados de libertad en zoos, circos, parques acuáticos y centros de experimentación».

Sandra nació en el zoo alemán de Rostock  en 1986 y fue traída al país en 1994.  Hizo pareja con un compañero con quien tuvo a Shembira, posteriormente trasladada a otra institución. Luego dos décadas de cautiverio, recuperará su libertad y vivirá con otros de su especie en un santuario en Brasil.