Histórico acuerdo con Irán para evitar una bomba atómica

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El conflicto por el programa nuclear iraní llegó hoy a su fin tras 13 años de disputas diplomáticas, con un acuerdo alcanzado en Viena entre Teherán y las cinco potencias con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania (5+1), confirmó la representante de política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.

El consenso se logró tras dos semanas de negociaciones maratonianas en la capital austríaca y prevé una clara reducción de las capacidades nucleares de la república islámica que impida que Irán pueda fabricar una bomba atómica. A cambio, las sanciones económicas que sufre el país se irán levantando de manera gradual.

El Congreso estadounidense, muchos de cuyos miembros son muy escépticos frente al acuerdo, tiene que aprobar aún el texto. Israel, enemigo enconado de Irán, lo condena en durísimos términos.

El acercamiento constituye un éxito diplomático de gran magnitud en un momento de numerosos conflictos en el mundo. Marca un nuevo comienzo en las relaciones entre Estados Unidos e Irán tras 36 años de enfrentamiento. El pacto también representa el fin del aislamiento de Teherán y refuerza al régimen de los ayatolás como potencia regional.

En opinión del ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, ahora aumentan las posibilidades de resolver otras crisis como la de Siria. Mientras que Rusia y Occidente están agriamente enfrentados por el conflicto en Ucrania, en el caso de Irán cooperaron de manera estrecha.

Además de Israel, que calificó el pacto de “capitulación histórica”, entre los críticos se cuentan los países del Golfo, que temen un cambio en el equilibrio de poder en la región a favor de Irán.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, señaló que el anuncio de Viena es “un error histórico”. “De las primeras informaciones que nos llegan ya podemos inferir ahora que este acuerdo es un error histórico del mundo”, señaló en un comunicado oficial emitido en el marco de su encuentro con el ministro de Exteriores holandés, Bert Koenders.

Netanyahu no ve cambio alguno en las intenciones nucleares de Irán, cuya doctrina estatal contra Israel además sigue intacta. Hace unos días, el primer ministro ya había dicho que el acuerdo “enviará miles de millones de dólares a una máquina de terrorismo y conquista”.

El experto israelí en cuestiones relacionadas con Irán Meir Yavedanfar espera ahora “la madre de todas las batallas de lobby” de los adversarios del pacto. Netanyahu hará todo lo posible para hacer fracasar el acercamiento con ayuda del Congreso estadounidense, señaló a dpa el politólogo, que enseña en Herzliya y Haifa.

El documento marco de Lausana de abril fue el primer paso hacia este acuerdo final entre las partes. Según este texto la cifra de centrifugadoras para enriquecer uranio debe reducirse de 19.000 a 6.100 y el país tiene que bajar la cantidad de uranio poco enriquecido de los actuales 10.000 a 300 kilos y permitir además controles estrictos e intensos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Como contrapartida se levantarán en un primer paso las limitaciones a los bancos y el embargo petrolero de la UE, con lo que el país podrá vender mucho más crudo que en la actualidad. Además, serán desgongeladas cuentas en las que el país tiene al menos 100.000 millones de dólares (90.000 millones de euros).

Irán sufre desde hace años una grave crisis económica. Estados Unidos e Irán están enfrentados desde el derrocamiento del sha en 1979 y la toma como rehenes de 52 diplomáticos estadounidenses en la embajada de ese país en Teherán.

El presidente Barack Obama se implicó personalmente en los esfuerzos por conseguir un acuerdo pero la ofensiva diplomática fue posible también gracias a que al frente del gobierno de Irán se encuentra el reformista Hasan Rohani, quien prometió a los 80 millones de iraníes una salida de la crisis económica.