China y Taiwán sorprendieron al mundo al anunciar que, por primera vez en más de 60 años, sus máximos líderes políticos, el chino Xi Jinping y el taiwanés Ma Ying-jeou, se reunirán en un histórico cara a cara, pasado mañana, en el «terreno neutral» de Singapur.
China reivindica la soberanía sobre Taiwán, que es de hecho independiente desde el fin de la guerra civil, en 1949, mientras que Taiwán, cuyo nombre oficial es República de China, nunca reconoció a la República Popular China. En consecuencia, ninguno de los dos participantes en la reunión puede dirigirse al otro llamándolo «presidente».
La agencia de noticias estatal Xinhua precisó que el apelativo usado por ambos mandatarios será xiansheng («señor» en chino). La noticia de la cumbre no fue bien recibida por la oposición taiwanesa, que considera que se trata de un intento de reforzar las perspectivas electorales del partido de Ma, el Kuomintang, al que todos los sondeos dan en fuerte desventaja en las presidenciales del 16 de enero próximo.