El pasado 8 de agosto de 2014, la OMS decretó la situación de la Epidemia del Ébola como «emergencia pública sanitaria internacional» y recomendó medidas para detener la transmisión del virus en medio de la expectante preocupación mundial ante el riesgo de pandemia global. Entre ellas, pedía a los países donde se habían detectado afectados que declarasen emergencia nacional y hacía una llamada a la solidaridad internacional.
Los países más afectados, según los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) son Guinea, Sierra Leona y Liberia, hasta el 6 de Septiembre de este año, de un total de 4.269 casos, se ha registrado la muerte de 2.288 personas, cerca de la mitad (47 por ciento) de los fallecimientos y de los casos (49 por ciento) se registraron en los últimos 21 días, además, ocho personas murieron en Nigeria, sobre un total de 21 casos y en Senegal se confirmó otro caso.
El virus del Ébola, que es transmitido por contacto directo a través de los fluidos corporales, tiene un periodo de incubación de hasta 21 días, es por eso que la OMS pone especial énfasis en evaluar los contagios en este periodo, en ese sentido se espera que para las próximas tres semanas existan miles de nuevos casos en estos países de África Occidental.
Con respecto a las medicinas la OMS autorizó la utilización inmediata de tratamientos experimentales basados en sangre y sueros de convalecientes para luchar contra esta fiebre hemorrágica del Ébola, indicando además que en noviembre, al cabo de una serie de tests, principalmente en Malí, se conocerá la seguridad de las dos primeras vacunas para enfrentar esta epidemia.
Esta es la mayor epidemia de Ébola jamás registrada desde que el virus se descubrió en 1976 en República Democrática del Congo (antiguo Zaire).
Andrea Imbachi