La Moda de «Dyedpits»

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Todo empezó hace cuatro meses cuando Roxie Hunt le preguntó a una clienta si podía teñirle el vello de las axilas. Ella respondió que sí, pero con la condición de que el color fuera el mismo azul eléctrico de su pelo. Después de conseguir su objetivo, la estilista
estadounidense compartió el resultado en Internet, consiguiendo que la imagen se hiciera viral: había nacido la moda del ‘dyedpits’.

«Era demasiado bueno para ser verdad. El color de sus axilas era exactamente el mismo tono que el de su pelo. Sentí que era una gran victoria para el vello corporal», escribía posteriormente Hunt en su blog: How-To Hair Girl. Ahí, además, explica cómo hay que teñirse para conseguir el efecto deseado.

«Nuestro objetivo es romper con los cánones de belleza establecidos y demostrar, tanto si te afeitas como si no lo haces, que las mujeres deberían poder tomar sus propias decisiones sin que sean juzgadas por los demás», subrayó nuestra protagonista en su blog.

Parece que su mensaje ha calado hondo porque, a raíz de su iniciativa, muchas mujeres comenzaron compartir en las redes sociales sus coloridas axilas, cuyo tinte dura aproximadamente dos semanas.

Incluso algunas famosas como Lady Gaga se han apuntado a esta nueva moda y la han lucido con mucho orgullo sin que nadie pusiera el grito en el cielo. Todo lo contrario sucedió en 1999 cuando Julia Roberts decidió acudir al estreno de ‘Notting Hill’ con las axilas sin depilar.

Su iniciativa, además, provocó que una bloguera de 17 años llamada Destiny M subiera un vídeo apoyando esta nueva moda que causó mucho revuelo: «El objetivo no es reemplazar una norma por la otra, sino solo decir que estamos aquí, que existimos, que podemos hacer lo que queramos con nuestro cuerpo sin que moleste a nadie», explicó.

Sin embargo, no todos han recibido la moda del dyedpits tan bien. Una periodista del diario británico Metro escribió un artículo titulado ‘Colorear el pelo de las axilas convierte el feminismo en ridículo’ en el que matizó que «cuando se trata de feminismo, hay batallas más importantes que ganar».

Muchas mujeres también han querido mostrar su rechazo a través de las redes sociales con comentarios como éste: «Me muero del asco con el #dyedpits. En serio, no es divertido, dejad de subir fotos de locas excéntricas con sobacos multicolores»

Roxie Hunt no solo opina lo contrario, sino que manda un recadito a sus detractores: «Colorear las axilas no es doloroso y no veo ninguna razón para no hacerlo de nuevo. Quizá la próxima vez lo hagamos con nuestro vello púbico, solo por diversión».

Sea como fuere, los números no engañan y es que cada vez más mujeres se animan a compartir sus fotos con sus axilas teñidas bajo alguno de estos hashtags: #dyedpits o #armpithair.