Las Lebac: la mejor inversión ante la inflación

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Las Lebac son las estrellas del momento en el cielo del inversor minorista. Con una inversión mínima de 10.000 pesos, estas letras del Banco Central permiten embolsar un rendimiento del 38% anual en un plazo corto, de 35 días. Y desterraron al plazo fijo y al dólar como refugio de valor.

El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dijo que las tasas de interés se mantendrán altas hasta que «el BCRA tenga convencimiento de que la inflación está en descenso». Eso, según los analistas, da un tiempo más para aprovechar estos rendimientos altos.

Las Lebac son letras que el Banco Central emite cada martes para absorber pesos del mercado y contener la inflación. El BCRA decidió implementar una política de altas tasas de interés para desinflar el dólar y frenar el avance de los precios. Y pasó a pagar hasta 38% para colocar Lebac.

Son instrumentos de corto plazo. Hay títulos a 35, 63, 98, 119, 147, 203 y 252 días. Cuanto menor es el plazo, mayor es el interés que convalida el Central.

Esta política monetaria tiene efectos negativos, ya que encarece el costo del financiamiento para las personas y las empresas al fijar una tasa de interés de referencia alta para el resto de la economía. Pero el ahorrista puede aprovechar estos instrumentos para resguardarse de la inflación.

«Hoy se publica más la cotización de las Lebac que la del dólar. Es lo que quiere el Banco Central: aumentar la tasa de interés en pesos para evitar la demanda de dólares», dijo Alejandro Bianchi, gerente de Inversiones de la sociedad de Bolsa Invertir Online.

Al definir un interés del 38% anual para las colocaciones más cortas, la entidad que preside Sturzenegger convalida una tasa hasta 15 puntos superior a la que paga un plazo fijo a 30 días. Los bancos Nación y HSBC pagan 29% a quien arme un plazo fijo. El Hipotecario paga 22,5%. En el medio se encuentran los rendimientos que ofrece el sistema financiero.

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«Las Lebac representan una oportunidad, no sólo para grandes inversores, de acceder a rentabilidades que se encuentran por encima del plazo fijo sin asumir riesgos adicionales, ya que son emitidas por la autoridad monetaria (BCRA)», afirmó Pablo Castagna, Managing Director de Individuos de la socieda de Bolsa Puente.

El ahorrista necesita una cuenta comitente. Las sociedades de Bolsa orientadas al inversor minorista, como Puente e Invertir Online, permiten abrir cuentas de este tipo vía web con una inversión mínima de $ 10.000 y un costo que ronda los 50 pesos mensuales.

Desde la cuenta, el inversor hace su pedido de Lebac. Los inversores minoristas entran al tramo no competitivo. Eso significa que no licitarán tasa. Cada martes, los bancos y fondos de inversión competirán para ofrecerle dinero al BCRA y éste definirá la tasa de corte. Ese será el interés que le pagará al pequeño ahorrista.

Como en un plazo fijo, el BCRA devolverá el dinero prestado al final del plazo, más el interés. Pero existe un mercado secundario de Lebac, por lo que el inversor puede vender el instrumento antes.

La demanda de Lebac se multiplicó por siete entre febrero y fines de abril, porque el Banco Central mantuvo altas tasas para frenar el precio del dólar. Según datos del BCRA, la participación del inversor minorista creció del 3,2% al 5% del total en los últimos meses. La colocación de menor plazo promediaba los $ 325 millones en febrero y ahora ronda los $ 2300 millones, según publicó el diario La Nación. Es como una fiebre del oro a bajo riesgo.

Sturzenegger dejó en claro que la autoridad monetaria mantendrá su política de tasas elevadas mientras haya inflación alta. Eso hace pensar a los analistas que las Lebac seguirán entregando rendimientos de este calibre por un tiempo más.

“Hoy, la principal variable para bajar las tasas es demostrar que la inflación baja, y eso todavía no sucede», afirmó Bianchi, de Invertir Online. «La decisión de bajar las tasas está ligada a la desaceleración de la inflación; nos imaginamos que será a partir del segundo semestre», coincidió Castagna, de Puente.

Mientras, la demanda de Lebac se multiplica. Para el Banco Central, es una deuda que crece. Para el ahorrista, un resguardo contra la inflación a un par de clics.