Un colegio del barrio porteño de Palermo decidió sentar las bases y condiciones para los grupos de padres en el servicio de mensajería instantánea. Creó diez reglas que especifican los pasos a seguir para que las conversaciones sean útiles y consigan el objetivo de comunicar cuestiones referidas a la institución, los docentes o los alumnos.
¿Cuántos forman parte de un grupo de mamis o papis del jardín/escuela? Estas conversaciones colectivas suelen estar conformadas por 20 a 30 personas y hacer que el teléfono se ponga en llamas por momentos.
Para evitar la silenciación y promover un uso sano del servicio de mensajería, el Colegio Beth de Palermo creó un «manual» con un decálogo para padres. Las reglas que propone son:
- Información sí, chismes no. El grupo es muy útil para intercambiar información sobre tu hijo y el grupo de su clase. No los transformes en un “chusmerío”.
- Respondé sólo si aportas algo. Por ejemplo, si alguien pregunta “¿De quién es la campera azul que se olvidaron en casa?” No contestes para decir “Mía no es”.
- No seas la agenda de tu hijo. Si falta a clase no pidas tarea por el grupo. Ayudalo a que asuma sus responsabilidades.
- Pensá dos veces antes de escribir. No escribas algo que no dirías en persona y tené en cuenta que la palabra escrita puede ser fácilmente malinterpretada.
- No critiques al docente en el grupo. Si surge algún problema con el maestro o el profesor, hablalo cara a cara para poder escuchar también sus argumentos.
- Respetá la privacidad. No compartir contenidos que vulneren la privacidad de nadie o que sean ofensivos hacia otros.
- No ridiculices a nadie. Evitá los comentarios que dejen en ridículo a otros chicos, padres o docentes.
- Mantené tu identidad. No permitas que tu hijo/a responda en tu teléfono, haciéndose pasar por ti.
- No exageres con los emoticones. Hay cosas que necesitan aclaraciones. No siempre una imagen vale más que mil palabras.
- Usá tu propio criterio. No todo lo que se dice en el grupo es cierto. Leé, evaluá y expresá tu opinión. Y si hace falta tu disconformidad.
La imagen se volvió viral y empezó a recorrer las redes sociales ¿Crees que es un buen manual de estilo?