El último campeón de América cayó por 2-0 con los «Rossoneros» en San Siro por la Copa “Luigi Berlusconi” con goles de Giampaolo Pazzini y Giacomo Bonaventura. El equipo de Edgardo Bauza ya piensa en el partido del lunes con Newell’s.
San Lorenzo viajó a Italia con el objetivo de conseguir el roce necesario ante un rival de talla y acumular experiencia de cara al Mundial de Clubes que se disputará en diciembre próximo. La lección no fue del todo buena, porque el Milan, el anfitrión, no tuvo que hacer demasiado para llevarse la victoria por 2-0 y quedarse un año más con la Copa “Luigi Berlusconi”. Edgardo Bauza deberá corregir varios puntos flojos de su equipo si es que tiene esperanzas de quedarse con toda la gloria en Marruecos.
Tanto San Lorenzo como Milan presentaron un mix de jugadores. Mecharon titulares y suplentes habituales en un once que no es el ideal de ninguno de los dos. Los de Filippo Inzaghi, lejos en la Serie A Calcio (ostenta 16 unidades, a 9 del líder Juventus) y sin competencias internacionales (se quedó afuera de la Europa y Champions League) hicieron pesar la calidad de sus individualidades y marcaron un tanto en cada tiempo, casi sin pisar el acelerador.
Antes de llegar a la primera media hora, desbordó Riccardo Saponara por la izquierda y encontró a Giampaolo Pazzini en el área. El goleador que definió con un remate al primer de palo de Franco y estampó el 1-0 merecido por la inequidad que comenzaba a mostrar el trámite. Los de Bauza no le encontraron la vuelta al partido y pese a una leve reacción, el arquero Abiatti fue un espectador de lujo.
En el complemento, el “Patón” mandó a la cancha a Julio Buffarini, Martín Cauteruccio y Gonzalo Verón para imprimirle velocidad y certeza al ataque, aunque la formula emparejo el desarrollo no dio los resultados en la red. Pudo haber llegado a la igualdad el Ciclón, pero el ex Quilmes erró un gol imposible debajo del arco solo. Los goles que no se hacen en un área se pagan en la otra: Leo Franco le ahogó el gol al “Niño” Torres pero no pudo con el rebote que cayó en los pies de Giacomo Bonaventura que estampó el 2-0 definitivo.
El paseo por el San Ciro dejó muchas cuestiones para corregir a Edgardo Bauza que deberá trabajar tanto en lo defensivo (preocupante los espacios entre líneas y la baja performance nuevamente exhibida por Mario Yepes) como en lo ofensivo, si es que en diciembre pretende, al menos, hacer un papel digno en el Mundial de Clubes.
