El japonés le ganó al ruso Daniil Medvedev por 6-4, 3-6 y 6-2 en la final del ATP 250 sobre la superficie dura australiana. Obtuvo el 12° título en su carrera rompiendo el maleficio de nueve finales seguidas perdidas.
Terminó la primera semana del año y los tres torneos que se disputaron no dieron sorpresa a excepción de Roberto Bautista Agut en Doha, los candidatos pisaron fuerte para ponerse a punto en el Abierto de Australia.
Kei Nishikori, 9° del ranking y máximo favorito, empezó errático ante Daniil Medvedev (16° y cuarto preclasificado) porque cedió su servicio con un parcial de 3-0 abajo, aunque el japonés reaccionó inmediatamente llevándose cinco juegos consecutivos que le permitieron pasar al frente 6-4.
A pesar de los buenos aces del ruso (8) su saque nunca fue firme caminando en la cornisa en ocho ocasiones de break en contra que pudo sobrellevarlo y en el 4-3 en su única chance, le robó el servicio al rival igualando el duelo 6-3.
La experiencia del oriental de 29 años no se hizo esperar y en el set decisivo desplego su mejor repertorio con el 73% de puntos ganados con el primer servicio, sumando cuatro games consecutivos que le dieron el triunfo 6-2 tras dos horas y cuatro minutos de partido.
Nishikori logró el 12° título en su carrera quebrando con nueve finales pérdidas desde su último triunfo en Memphis 2016, además de sumar el décimo en superficies duras (solo en arcilla obtuvo Barcelona en 2014 y 2015) con récord de 12-14 en finales.
El europeo de 22 años que había sumado sus primeros tres torneos el año pasado en la misma cantidad de finales, cayó por segunda vez como en 2017 en Chennai (lo venció Bautista Agut) y el oriental se vengó de la derrota sufrida en Tokio por la definición del certamen en 2018.
Además el nacido en Shimane se convirtió en el primer asiático en ganar aquí quedando a 345 puntos de Dominic Thiem en el ranking, en el ATP 250 en Brisbane en la costa este de Australia que repartió 589.680 dólares en premios.
