De Playboy a Ingeniera Industrial

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Camila Velasco asegura que ha enfrentado varios prejuicios en los últimos años, como cuando hizo un desnudo en la revista Playboy apenas concluida su adolescencia, o se sumergió en la carrera de Ingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional en tiempos de alta exposición mediática. Y más acá, cuando consiguió trabajo en una importante petrolera.

Si en apariencia se ven como trabajos incompatibles entre sí, a Velasco no le importó demasiado. «Primero fue una cosa, después otra. Se dio como una transición», explicó quien podría haber tenido el destino marcado siendo la hija del conductor Sergio Velasco Ferrero.

Dice que de ese modo le llegó la primera convocatoria de una revista de actualidad (Paparazzi), bajo la consigna «la producción sexy de la hija de…». «Mi arribo a los medios fue casual», asegura y recuerda que al hacer esa nota todavía estaba en quinto año de secundaria, donde terminó egresando como abanderada gracias a un promedio de 9.20.

Después esa producción, notas televisivas, más sesiones fotográficas, el desnudo de Playboy, los desfiles y las presencias en los boliches,  romances mediáticos -entre ellos uno que mantuvo  con el músico Emmanuel Horvilleur- Su futuro en el rubro paracía tener vida. Fue entonces cuando eligió abrirse de ese ambiente y se dedicó de llenó a su pasión: dejó la fama para concentrarse en su carrera, aunque, confía, haya sido «muy difícil tomar la decisión».

«Estuve en los medios explosivamente. Me pasó que… bueno (ríe)… me fueron proponiendo distintos trabajos y dije que sí. No pensaba, no medía los riesgos. Y hasta me llevé el mundo por delante. Mi familia me decía que no hiciera tal cosa, como el desnudo, y yo la hacía igual, sin que me importara nada. Porque si bien soy dulce tengo una personalidad avasallante, en todos los ordenes de la vida. En el trabajo también soy bastante intensa», cuenta en una nota al portal Infobae.

Hoy día, lejos de los flashes y recibida de Ingeniera Industrial, actualmente Velasco se desempeña en una petrolera, al tiempo que cursa la Maestría en Energía de la UBA, la misma que alguna vez aprobó el actual ministro de Energía Juan José Aranguren. «En la empresa tengo un puesto de asistencia técnica: certificamos la calidad máxima de los combustibles para que todos los motores funcionen en óptimas condiciones», dice, y se sincera: «En diez años me gustaría dedicarme a la política. Ya tengo algo pensado. Quiero meterme en la colaboración social para insertar gente que está afuera del sistema, y para que haya más trabajo en el rubro. Necesitamos ingenieros».

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