¿Por qué tanta gente decide casarse en Getna Green?

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Esta aldea escocesa tiene una población de 2.700 personas y es anfitriona de casi dos bodas por persona al año. Se estima que cada año tienen lugar 5.000 matrimonios, y para resaltar cuán extraordinario es esa cifra sólo hay que anotar que en todo el condado vecino, Cumbria, en Inglaterra, hubo apenas 3.000 bodas en 2011, a pesar de que su población es de 500.000 habitantes. Por esta razón, muchos han decidido llamarla “Las Vegas de Escocia”.

En 1754, una ley inglesa prohibió que las parejas que tuvieran menos de 21 años de edad se casaran sin el permiso de los padres. Pero en Escocia era permitido que chicas de 12 años y chicos de 14 o más contrajeran matrimonio. Además, cualquier persona en Escocia podía casar a una persona «por declaración»: no había necesidad de sacerdotes o funcionarios de la corona.

Amantes jóvenes de Inglaterra se fugaban y Gretna era la primera aldea que encontraban en el camino, pues estaba a poco más de 3 kilómetros de la frontera. Herreros emprendedores se establecieron «sacerdotes del yunque», y llevaban a cabo la ceremonia a cambio de un trago o algunos peniques.

En Inglaterra, hubo varios intentos de controlar el fenómeno, el cual fue condenado por uno de los miembros del Parlamento en 1855 como algo que «perjudicaba el carácter y destruía la moralidad de la gente de los condados norteños ingleses». Un año más tarde se introdujo una ley que requería de un «período de reflexión» de 21 días de residencia en la parroquia en la que la pareja quisiera casarse.

En 1940, la institución de «matrimonio por declaración» fue proscrita en Escocia, y en 1977, las parejas inglesas por fin pudieron casarse sin el consentimiento de sus padres al cumplir 18 años. No obstante, perdura una pequeña «brecha Gretna» entre los dos sistemas legales. El matrimonio es legal en Escocia a los 16 años sin consentimiento de los padres; en Inglaterra y Gales sigue siendo a los 18, de manera que las parejas inglesas todavía se pueden ir a casar allí.