Procesaron a los apropiadores del nieto de Estela de Carlotto

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El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi procesó al matrimonio de Olavarría que crió a Ignacio Montoya Carlotto -según figura en su documento el nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto- pero dispuso que prosiga en libertad, al acusarlos de falsear la identidad del joven.

Fuentes judiciales informaron ayer que el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi dictó procesamientos para Clemente Hurban, de 69 años, y Juana Rodríguez, de 66, por los delitos de “falsedad ideológica” y “alteración del estado civil de un menor”. También procesó por iguales delitos al médico jubilado de la Policía Bonaerense Julio Sacher, de 80 años, que supuestamente firmó el acta de nacimiento fraguada el 28 de junio de 1978 en Olavarría.

“Se encuentra acreditado que Hurban y Rodríguez efectivamente hicieron insertar (…) datos falsos con respecto a la filiación (…)” y que “Sacher intervino personalmente en el último documento mencionado en su carácter de médico y de ese modo se expidió el DNI a nombre de Ignacio Hurban”, estableció el fallo.

Martínez de Giorgi reprodujo en el fallo que los esposos Hurban-Rodríguez declararon en indagatoria que “vivían prácticamente aislados en el campo, que no tenían electricidad ni veían televisión, que únicamente se informaban a través de la radio”.

Y “que nunca tuvieron trato ni relación con personas vinculadas con las fuerzas de seguridad”, prosiguió el magistrado. Y registró que Carlos Francisco Aguilar, ya fallecido, “era dueño del campo y patrón del matrimonio Hurban-Rodríguez”, añadió. Aguilar “les comentó que conocía una madre que no quería criar a su hijo y que quería entregarlo en adopción” escribió el juez recordando lo dicho por el matrimonio en la indagatoria.

Martínez de Giorgi explicó que Hurban y Rodríguez declararon que “no conocían que existieran centros clandestinos de detención de personas y mucho menos que allí se apropiasen de los bebés de quienes habían sido torturados y a quienes luego mataban”. Y que “esto nunca lo asociaron con Ignacio porque el matrimonio siempre pensó que sus padres biológicos lo habían entregado voluntariamente”.