Tras la denuncia a Cristina Kirchner y a Hector Timerman, las opiniones y apoyos se encuentran divididos. Quienes apoyan al gobierno, quienes no, y quienes optaron por el silencio.
El pasado Miércoles 15 de Enero el fiscal Alberto Nisman realizó una de las acusaciones más graves que haya recibido el gobierno nacional en toda su historia: se denunció ni más ni menos que a la primera mandataria y al diplomático Hector Timerman de encubrir a funcionarios iraníes a quienes se les imputa la participación en el atentado contra la Mutual Judía hace ya más de 20 años.
La denuncia se encontraría en supuestas escuchas telefónicas entre la presidente y sujetos de su confianza, en los que entraría Timerman, el diputado Larroque, y un agente de la ex SIDE. En las mismas se pondría en juego también a las funciones de Esteche y Luis D’Elía.
La principal expectativa estaba en aguardar la postura de principales organismos judeo-argentino, pero de momento dos de los más relevantes, la AMIA y la DAIA, resguardan sus pensamientos al respecto y lo dejan a mano de la justicia. Sobre esto s declaró Julio Schlosser, presidente de la DAIA «Lo que nosotros hacemos es (difundir) la posición de las entidades en el sentido de que ésta es una causa judicial donde hay un fiscal y donde va a haber un juez que va a intervenir y esperamos a nuestros abogados para aconsejarnos una posición».
Por otro lado, la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina se animó a tener una postura más afín a la defensa del gobierno nacional, con lo cual comunicaron que “hay leyes nacionales que prohíben expresamente el espionaje interno, cosa que se ha hecho sin ningún tipo de reserva”, en relación a las escuchas y el pedido de indagatoria que se elevaron contra la presidenta.
Más adelante en el mismo comunicado, recordaron la “estrecha vinculación” de Nisman con “la Embajada de EEUU, según las revelaciones de Wikileaks”. Lo cual fue uno de los principales argumentos del núcleo duro K a la hora de defender la postura oficialista ante este episodio.
El otro juez de la causa AMIA, Rodolfo Carnicoba Corral, consideró gravísimo el hecho al confesar que «Tengo claro que no he autorizado ninguna escucha de las personas que aparecen mencionados. El fiscal nunca me participó de que estaba realizando esta investigación paralela. Ahora parece que se la remitió a [el juez Ariel] Lijo, sin cumplir con el sorteo ni habiendo consultado con mi tribunal que es el principal encargado».
Otro de los principales acusados, el canciller Héctor Timerman, dejó en claro que Interpol ratificacó la posición argentina de mantener vigentes las circulares rojas, al revelar que el ex secretario general de la fuerza internacional, Ronald Noble, le aseguró que fue «consistente y firme» la posición del Gobierno argentino sobre la necesidad de «mantener en vigor las notificaciones rojas» sobre los imputados por el ataque terrorista a la AMIA de 1994.
En cuanto los principales referentes de la oposición argentina, todos han manifestado su deseo de esclarecer la causa, pero defendiendo a la investigación de Nisman. Ninguno de ellos se mostró consternado por el hecho de que las escuchas no fueron autorizadas ni se esperó al avance de la causa, con lo cual algunos dirigentes kirchneristas han dado a conocer que, en su opinión, un sector de la oposición aprovecha la causa por el punto mediático para pegarle a Cristina Kirchner.
