El equipo de Gallardo perdió 4-1 ante el Peñarol, en un amistoso organizado por el club uruguayo para celebrar la inauguración de su estadio “Campeón del Siglo”. A pesar de la derrota, la mayor preocupación gira en torno a Barovero, que se fue lesionado.
River y Peñarol disputaron el partido inaugural del estadio “Campeón del Siglo”, donde miles de aficionados se acercaron para vivir una auténtica fiesta que incluyó goles, murga y fútbol. El marco que recibió a ambos equipos fue espectacular, casi de copa, aunque sólo se trató de un amistoso. Amistoso, pero que al fin y al cabo, volvió a demostrar las falencias de un River que está muy lejos del nivel demostrado por el campeón de América el año pasado.
Las malas noticias llegaron desde el arranque: Barovero fue a disputar una pelota con un delantero y recibió un fuerte golpe en las costillas, que lo obligó a abandonar el partido unos minutos después. En reemplazo, entró Chiarini, que le regaló el primer gol a Peñarol, en un rebote capitalizado por el eterno Forlán.
La visita intentó crear juego con un D’Alessandro muy participativo y un Mora y Alario que jugaron con ganas. Faltó un poco más de Fernández, aunque el ex Gimnasia de La Plata se reinvindicó con el gol del descuento, que llegó tras un gran centro del Cabezón, justo después del 2-0 marcado por Murillo.
En el complemento llegaron muchos cambios. La delantera de River salió y en su lugar ingresaron Alonso, Viudez y Driussi, además de Lucho González y Bertolo. Pero en vez de mejorar, las cosas empeoraron para el Millonario. Peñarol terminó festejando la victoria con los goles de Aguiar y Palacios, para el 4-1 final.
Goleada dura para los de Núñez, a los que sólo les queda hacer un buen papel en la primera fase de la Libertadores para soñar con el bicampeonato continental. El próximo compromiso internacional será ante The Strongest, el líder del grupo 1, en el Monumental.
