El equipo de Bauza está haciendo historia: pese a que cayó ante Bolívar, en La Paz, por 1-0, los de Boedo se metieron por primera vez en su vida en la cita final del torneo más importante de América. El 5-0 conseguido en el Gasómetro le dio tranquilidad para sortear los 3600 metros de altura y ahora definirá quien es el mejor del continente ante Nacional de Paraguay.
El abultado resultado conseguido en el Nuevo Gasómetro le dio a San Lorenzo el aire que necesitaba para jugar en La Paz a 3600 metros sobre el nivel del mar. El equipo del Patón supo dosificar esfuerzos, correr la cancha de manera inteligente y hacer un papel más que digno ante Bolívar y el impedimento de la altura. Fue derrota 1-0 sobre el final (gol de Yacerotte para el local) que no importa, no se siente, porque logró el objetivo que es estar en la final de la Copa Libertadores por primera vez en su historia. En el camino para el gran sueño queda como único escollo Nacional de Paraguay (06/08 la ida en Asunción, define en Boedo el 13/08), duro rival pero no imposible, para este Ciclón que sueña soplar fuerte en todo el continente.
Arrancó movido el partido para San Lorenzo. Bolívar, apurado, se le fue encima en los primeros minutos y logró inquietar a Torrico con remates de media distancia. Uno se fue cerca del palo y el otro lo salvó el travesaño. Los de Bauza se acomodaron en el terreno y, con la dosificación de las energías como objetivo primordial, se adelantaron en el terreno y lograron llegar con peligro a Quiñónez. Nicolás Blandi, el mejor de la primera etapa por inteligencia y picardía, exigió al uno boliviano con un remate defectuoso que casi se termina colgando cerca del ángulo.
No hubo mucho más en una primera parte que se diluyó entre los errores del Bolívar en el traslado de la pelota y la convicción de los argentinos de amalgamar el trámite jugando con el resultado de la ida y con el reloj corriendo a favor.
En la segunda mitad, los locales apuraron el paso y obligaron al arquero azulgrana a intervenir más de la cuenta. Torrico no fue figura, ni sacó pelotas increíbles, pero cada vez que lo necesitó San Lorenzo respondió con seguridad ante cada embate. Bauza empezó a cuidar las piezas claves viendo que la clasificación se encaminaba y mandó a la cancha a Kannemann, Barrientos y Fontanini por Piatti, Romagnoli y Cetto (salió con una molestia), intentando mantener la intensidad y evitar alguna lesión en la antesala de una final. En tiempo de descuento, Bolívar consiguió el premio consuelo de una victoria en los pies de Gerardo Yacerotte, que puso el 1-0 para amalgamar la decepción de la eliminación.
Con el global de 5-1 a favor, San Lorenzo se metió por primera vez en su historia en la final de la Copa Libertadores de América y el miércoles que viene viajará a Asunción para enfrentar a Nacional de Paraguay por el encuentro de ida. Un escollo, dos encuentros mas le faltan a Bauza y los jugadores para entrar eternamente en los corazones azulgranas.
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