Se acabaron los “carritos” a carbón en toda la Costanera de CABA

6

Ya va un mes desde que el Gobierno porteño quitó los 24 carritos tradicionales de la Costanera Sur, los últimos que quedaban a parrilla a carbón en el borde del río de la Ciudad de Buenos Aires. Con un diseño estandarizado, –en sobrios colores gris y bordó– los nuevos puestos son más modernos y cuentan con mejores condiciones de refrigeración de alimentos, aunque no todos están a favor del cambio.    

En opinión de Ruben Amitrano, también conocido como ‘el zar del choripán’ y dueño del puesto Corriendo La Vaca, el único gran problema de la renovación es la implementación de parrilla a gas, porque hizo que cambie el gusto de la carne. “La morcilla y el chorizo son los mismos de siempre, pero el sabor es diferente. Muchos clientes ya nos dijeron que preferían lo de antes, a carbón”, asegura Amitrano.

Pero los cocineros ya no tienen decisión sobre la forma de preparar bondiolas o churrascos. Al igual como ya ocurrió el año pasado en Costanra Norte, todas las nuevas instalaciones pertenecen al Gobierno de la Ciudad y, en caso de incumplimiento de alguno de los requisitos exigidos por ellos, se pierde el puesto y el permiso.

“Tenemos que decir que sí, porque sino nos quitan los permisos”, alega el ‘zar del choripán’, quien además cuenta que a una persona ya le quitaron el permiso por ser sorprendido vendiendo alcohol.

“Se ha perdido la identidad del lugar”, opina Sebastián Suárez, cliente frecuente de los carritos de Costanera Sur. “Yo venía al menos una vez al mes y quedé impactado con el cambio. Los fines de semanas hay que hacer cola, porque, además de haber cambiado completamente la fachada típica de cada carro, también redujeron la cantidad de mesas permitidas (7 mesas con 4 sillas como máximo). Todo cambió y para mal”, asegura.

Las autoridades destacaron que la medida se tomó como parte un plan de renovación en el sector, que además tiene como idea el recambio de las luminarias en todo el corredor frente al río.

Mijaíla Brkovic

6 COMENTARIOS

  1. Toda la razón! cambió para mal. Era el último lugar nacional y popular que quedaba por el centro. Se nota en el gusto, en la cantidad de mesas, y en la venta de «alcohol» que en realidad era solo cervezas. Una lastima, otro Macrinvento para cagarnos la vida.

  2. Desde la primera vez que pisé la costanera me convertí en fan de ella. Esos carritos pintorescos, cada uno con su identidad propia, me hicieron enamorarme de ese lugar.

    Hace un par de semanas, fui como de costumbre a buscar mi bondiolita del carro «Mi sueño» y me encontré con una fila de mas de 50 personas, la mayoría estaban comiendo de pie y lo peor de todo, frente a esos carros homogeneos que se robaron la identidad de la costanera.

    Fue inevitable ver el logo de BA gigante replicado una y otra vez, como para decirnos que este GRAN cambio les pertenecia a ellos. Pero lo lamento señores, ese GRAN cambio me hace rechazarlos una vez mas. Gracias por inventar necesidades donde NO las hay e imponernos su orden absurdo. Gracias Macri, gracias por invertir en destruir la magia de la ciudad.

    Convertiste a «Mi sueño» en una pezadilla 🙁

  3. Es una buena forma de potenciar la costanera en un tema turístico, con gastronomía, pero al parecer influye mucho en el paisaje, eso da cuenta que solo se planeo a otro tipo de público y no al residente.

  4. sin duda un lugar que albergaba una parte de la identidad cultural de baires , creo que el cambio fue un poco drástico ya que este proyecto quito la esencia de lo que eran los carritos tradicionales de la costa sur , quitando la magia del lugar..

  5. Y me pasó lo mismo, un mes todo iba bien y al otro no me vendian una cerveza paradisfrutar con el gran sandwich.
    Ver todos los puestos iguales, sin identidad ni diferencias solo hacen mas deprimente la costanera

Los comentarios están cerrados.