Un nuevo informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) relevó que hay casi 4000 puestos ilegales.
La problemática de los manteros y los puestos de “ropa de la salada” aumentaron más del 50% a lo largo del 2014. Esto mostraría un crecimiento de este sector ilegal de un 80% con respecto al 2013.
Esta situación fue de la mano con el incremento de las falsificaciones, que llegaron a un pico del 100,8 por ciento.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también realizó su propio informe e indicó que «la venta ilegal en la Ciudad de Buenos Aires batió todos los récords en el último mes de 2014» y denunció que se detectaron 120 saladitas con 7.073 vendedores.
Según CAME, entre manteros y saladitas, hubo 12.972 puestos ilegales en diciembre y se estima que alcanzaron ventas mensuales por 678 millones de pesos.
«Las 10 cuadras más afectadas, siete son de la avenida Avellaneda– representaron el 40% del total de puestos ubicados en calles, avenidas y peatonales. Se debe destacar que esa cantidad representa el 5,4% del total de cuadras, por lo que controlando una pequeña porción de territorio se lograría una reducción significativa de la actividad» detalla el informe.
El gobierno de la CABA había logrado con éxito desalojar a los manteros de la histórica peatonal Florida, pero aun así, el crecimiento en otros barrios no fue controlado.
En uno de los operativos desplegados en el barrio de Once el año pasado, el empresario Vicente Lourenzo, vicepresidente de Fecoba, se sinceró y declaró que “Las mafias que están detrás de la venta ilegal callejera no tienen nada que ver con la indigencia. Los verdaderos dueños del negocio son millonarios y usan a inmigrantes vulnerables para explotarlos”.
Sin embargo, no se volvieron a desplegar más fuerzas para atacar el problema, y al día de hoy no se muestran avances legales para encontrar y condenar a los responsables detrás de la mafia de la ropa “trucha”. El resultado se ve claro: un aumento sin precedentes de la venta ilegal en la vía pública en la Ciudad.