Con la entrada en vigencia a partir de hoy de la resolución que obliga a transparentar los precios, los comercios que vendan en cuotas deberán exponer dos valores: uno por pago contado (efectivo, débito o crédito en una cuota) y otro por abonar con financiación. El Gobierno apeló a esta decisión para blanquear el verdadero costo de financiamiento que tenían implícito hasta ahora los precios por la existencia de los planes de «cuotas sin interés». «No existen las cuotas sin interés», dijeron reiteradamente diversos funcionarios de la Secretaría de Comercio. El que salía perjudicado era el consumidor que prefería pagar al contado y que estaba subsidiando al que prefería las cuotas.
A partir de hoy, los comercios deberán transparentar estos costos y la lógica indicaría que los precios deberán bajar. ¿Cuánto? Es la gran incógnita que comenzará a develarse en las próximas horas. Por lo pronto, la secretaría que dirige Miguel Braun y particularmente la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor, a cargo de Fernando Blanco Muiño, enviarán hoy a decenas de inspectores del área de Lealtad Comercial para que controlen el debut de la estrategia de «precios transparentes». El Gobierno no puede obligar a los comercios a reducir los precios, pero sí exigir que cumplan con lo que establece la resolución publicada la semana pasada: explicitar el precio contado y, en los casos en los que se ofrece financiación, la cantidad de cuotas, el valor fijo de cada cuota y el costo financiero total.
Algunos comercios consultados aseguraron que bajarán en torno al 10% los precios de contado, en tanto que otros ofrecerán hasta un 20% de descuento. Según explicó el economista especializado en consumo Ariel Setton, «cuánto y cómo deberían cambiar los precios de los comercios es la gran incógnita», ya que «depende de cuán inflados estaban antes los precios o cuánto absorbían para fomentar sus ventas» y «cuán transparentes van a ser hacia adelante blanqueando su estructura de costos previa». De todos modos, el analista afirmó que «es de esperar algún descenso en los precios al contado y una suba de los precios en cuotas».
El Gobierno apela a que la baja de precios se produzca por la competencia entre los comercios y la puja entre los bancos por ver quién ofrece mejores condiciones de financiamiento. Al respecto, el secretario Braun aseguró que «la competencia hace que los precios de contado sean mejores y haya mejor financiamiento». «El Gobierno está convencido de que muchos precios en rubros como la electrónica, electrodomésticos e indumentaria van a bajar para compras en efectivo o en un pago», afirmó Braun, quien agregó que con la medida, los consumidores podrán elegir mejor. «El rol del Estado es conseguir que haya transparencia y competencia. El que engaña al consumidor tendrá un castigo», afirmó el funcionario.
En los casos de los planes de Ahora 12 y Ahora 18, que ofrecían esa cantidad de cuotas «sin interés», para los comercios las tasas que deben pagar a los bancos son del 10% y del 15% respectivamente. A eso deben sumarle el 3% por la operación con tarjeta de crédito. Pero el costo financiero total alcanza casi al 28%. Estos números también estarán blanqueados por los comerciantes adheridos.
