Tu noche es mi madrugada, peculiar desdicha

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Buenas actuaciones en una sorpresiva convivencia matrimonial

Con un tímido inicio, el encuentro de dos amigas en un living compartiendo una tarde de mates, será el punto de partido para la historia de dos matrimonias amigos en un relación. Los problemas de competencia entre ellas, recelos, reproches del embarazo de una de ellas y absurdos, sorprenden a la otra que trata de comprender las diferencias planteadas.

El drama, irrasocinio, tensión y ritmo se van incrementando durante la pieza. En ese sentido, la dirección de Bárbara Rombolá y Fanny Lydynia es certera y manejan a un elenco parejo, donde sobresale por momentos interpretativos Mariana Alvarez con miradas precisas, lenguaje corporal y emoción, y Pablo Walluschek, quien comienza tímidamente a compenetrarse en su personaje pero se afianza durante el transcurso de la obra. La escenografía es austera pero reflejo fielmente parte de un comedor de una vivienda y justo a la iluminación sutil y cuidada enmarca un ambiente natural para el desarrollo de la trama.

La locura, la incredulidad y la hipocresía se dan vida en esta obra que conmueve y movilizan al espectador con un final inesperado.