Japón continúa la masacre de ballenas en el Atlántico

Los balleneros japones volvieron a la caza ilegal pese a las peticiones de diferentes organismos y del Derecho Internacional. En caso de continuar las actividades,  4000 ballenas serán cazadas próximamente en su santuario austral.

Nuevamente los balleneros japoneses ignoraron el derecho internacional masacrando a 333 ballenas en el Antártico, de forma oficial argumentando fines científicos. En un futuro cercano, más de 4000 ballenas serán cazadas en su santuario austral.

A comienzos de diciembre de 2015, la flota de caza de ballenas de Japón tomó dirección hacia el Océano Austral para cazar centenares de ballenas, en infracción con el derecho internacional y en contra de la opinión pública mundial. El 24 de marzo de 2016, la flota entró en el puerto de Shimonoseki, al oeste de Japón, con un triste balance, al menos 333 bañeras fueron arponeadas. Una nueva operación se inscribe dentro del marco de un nuevo programa adoptado en noviembre de 2014, que prevé la caza de 4000 ballenas durante los 12 años venideros, en una zona de caza situada en el Antártico.

El Instituto para la Investigación de los cetáceos, confirmó ya la matanza de 333 ballenas, cuyas hembras estaban embarazadas y fueron arponeadas en el Antártico desde diciembre de 2015. Los cetáceos fueron cazados en el Santuario Ballenero del Océano Austral, en el Santuario Ballenero Austral y en el Mar de Ross.

Tras las sanciones emitidas a Japón, los balleneros de este país volvieron al Océano para la caza desmedida de ballenas, desoyendo cualquier petición internacional para el cese de la actividad ilegal.

La petición ya fue oficializada por 33 países, como los Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, y miembros de la Unión Europea, que se han unido recientemente en su oposición a la masacre de ballenas  en el Antártico.

«Indudablemente, la carne de ballena se encuentra en los mercados de Japón, y en ciertos restaurantes, por lo tanto la masacre de estos animales durante todos estos años no ha hecho en ningún caso que la ciencia avance».