La muerte de Mantovani en 1993 fue “el comienzo del fin en Sampdoria”, según el periodista de fútbol italiano David Ferrini.

Agregó: “El reinado de Mantovani atrajo el talento y los mantuvo felices en Génova, pero su fallecimiento, combinado con la resaca del éxito del Scudetto, significó que los mejores jugadores de Sampdoria se convirtieron en objetivos de transferencia principales”.

En 1992 habían perdido a Vialli ante la Juventus por un récord mundial de £ 12 millones, mientras que el Inter de Milán pagó £ 7 millones por Pagliuca en 1994, un récord para un portero en ese momento.

Vierchowod se unió a la Juventus 12 meses después antes de que Mancini siguiera a Sven Goran Eriksson, quien había reemplazado a Boskov como gerente en 1992, a Lazio en 1997.

Las estrellas experimentadas Gullit y Platt se unieron para hechizos breves, pero Sampdoria ya no tenía el mismo atractivo que una vez tenían.

Enrico Mantovani asumió el cargo de presidente, pero no logró replicar el éxito de su padre, y un declive constante siguió al triunfo de Coppa Italia de 1993-94. En 1999, el club fue relegado a la Serie B.

Las cosas mejoraron bajo la presidencia del empresario local Riccardo Garrone, quien las guiaron de regreso a la Serie A en 2003 y firmó a los futuros héroes de culto Fabio Quagliarella y Antonio Cassano.

Sin embargo, los aspectos más destacados del siglo XXI han estado perdiendo la final de Coppa Italia en 2008-09 y un final de la liga del cuarto lugar al año siguiente.

El productor de cine abierto Massimo Ferrero compró el club en 2014, asumiendo sus crecientes deudas, pero lo que siguió fue siete años de vender a sus mejores jugadores, gastar poco en reemplazos y coquetear con descenso de forma regular.

“Parecía más preocupado por reforzar su propia imagen, como la extraña estrella de su propio programa de fútbol de realidad de un solo hombre, que asegurarse de que Samp prosperara”, dice Kasiewicz.

En diciembre de 2021, Ferrero fue arrestado y encarcelado como parte de una investigación sobre crímenes corporativos y bancarrota, no relacionados con el club. Renunció como presidente.

“El club dejó de funcionar efectivamente. Ha sido como un Casa de Cardes”, dice Nima Tavallaey, periodista de fútbol italiano y coanfitrión del podcast de fútbol italiano.

Sin fondos disponibles y Ferrero se negó a renunciar al control, Sampdoria evitó por poco el descenso de la Serie A en 2022. Pero en 2023 cayeron, en medio de informes de salarios de jugadores no remunerados.

Con el club mirando el barril de bancarrota y degradación al cuarto nivel, un consorcio dirigido por el ex propietario del Leeds United Andrea Radrizzani y el financiero con sede en Londres, Matteo Manfredi, y su compañía Gestio Capital, compraron el club, aunque Radrizzani ha adivinado sus acciones.

Gestio Capital y sus inversores controlan el 99.96% del club, con empresas de inicio de vehículos que poseen el 58% de esas acciones.

Kickoff Ventures es propiedad del empresario singapurense Joseph Tey Wei Jin, quien fue nombrado en los Papers de Panamá 2015.

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