Mineirazo

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River Plate consiguió un histórico pasaporte a las semifinales de la Copa Libertadores tras vencer al Cruzeiro de Brasil. Fue 3-0 para los de Gallardo, que realizaron un partido perfecto, digno de esta instancia competitiva.

Después de la decepción en el partido de ida, donde Cruzeiro se impuso 1-0 en el Monumental y pareció sentenciar la serie, el Millonario volvió al buen futbol y supo dar vuelta una serie que pintaba imposible.

Es que los antecedentes ante Cruzeiro no eran nada buenos. La tabla histórica marcaba una clara ventaja para los azules, además del mal momento de River en la Copa, que pese a haber eliminado a Boca, nunca desarrolló un futbol de buen nivel.

Pero todos esos malos calificativos quedaron atrás desde los primeros minutos. Es que los de Núñez salieron a comerse a su rival, presionando arriba y buscando espacios en una defensa que estuvo mal parada durante todo el partido. Si bien el Cruzeiro tuvo la primera gran situación de gol, River parecía inclinar la cancha, con Teofilo Gutiérrez y Mora complicando la zaga local, junto con Rojas y Sánchez que subían por los costados.

La apertura del marcador llegó al gol a los 20 minutos de juego, cuando Teófilo Gutiérrez dio un pase perfecto para que Sánchez entre sólo por la derecha y se tome todo el tiempo del mundo para definir. 1-0 que enloquecía a los casi dos mil hinchas Millonarios que se acercaron al Mineirao.

A pesar de lograr el primer objetivo, la visita continuó atacando y dejó en evidencia la pésima actitud de los brasileños para jugar el partido. El premio para los del Muñe llegó desde un córner muy bien enviado por Rojas y cabeceado por Maidana, cuyo testazo al segundo palo fue imposible de contener por Fábio. 2-0 para ir al entretiempo con la clasificación en el bolsillo.

Para la segunda parte, todo parecía indicar que el aluvión azul se vendría desde los primeros minutos. Los locales debían marcar dos goles para no quedar fuera. Sin embargo, se volvió a repetir la tendencia del primer tiempo. River continúo dominando y el Cruzeiro nada podía hacer para emparejar el buen juego de su rival.

El 3-0 llegó gracias al jugador más cuestionado de River. Teófilo Gutiérrez recibió una pelota brillantemente bajada por Mora, después de un pelotazo de Vangioni, y se sacó de encima al central brasileño con un movimiento categórico. Después, definió con clase al segundo palo y sentenció el partido.

Con más de media hora por jugar, River bajó el ritmo de a ratos y dejó atacar al Cruzeiro. Si bien tuvo dos remates en los palos, los locales nunca pudieron hacer lo necesario para meterse de nuevo en el partido. Finalmente, con el hombre de más debido a la expulsión de Gabriel, el Millonario sólo se preocupó por esperar el pitazo final y oficializar su clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores.