El Obispado de Morón se expresó sobre «la situación canónica del sacerdote Julio César Grassi» -a quien «le prohíbe el ejercicio público del ministerio»- cuya condena a 15 años de prisión por abuso de un menor que concurría a la fundación «Felices los niños» fue confirmada ayer por la Corte Suprema.
La delegación de Comunicación Social del Obispado emitió un comunicado «ante el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso» de Grassi, en cuya diócesis se desempeñaba el cura.
El breve texto, que constituye la primera expresión oficial de la Iglesia católica tras el pronunciamiento del máximo tribunal del país, señala que «desde el inicio del juicio el sacerdote fue separado de toda función pastoral de la diócesis».
«Está vigente sobre este sacerdote la medida dictada por el obispo de Morón», monseñor Luis Eichhorn, «que le prohíbe el ejercicio público del ministerio», dice el comunicado de la oficina de prensa .
Y sigue: «Oportunamente la Santa Sede dispuso una investigación preliminar sobre las denuncias de la conducta de este sacerdote de la cual surgió un informe enviado a la Congregación para la Doctrina de la Fe».
Finalmente, el Obispado de Morón indicó que «actuará de acuerdo a los procesos canónicos vigentes que disponga la Santa Sede» respecto al caso de Grassi, «los que serán informados debida y oportunamente a la opinión pública».
