Abuso o expresión cultural: los piropos en América Latina

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Según Soledad Cutuli, antropóloga e investigadora argentina del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), no existe lado «positivo» en el piropo, la razón, según la especialista en temas de Género y Sexualidad, es que se trata de una práctica en la que el hombre se atribuye el derecho a invadir a la mujer con sus palabras.

La antropóloga resalta que los piropos pueden generar desde miedo o vergüenza al hostigamiento hasta bronca, impotencia y necesidad de salir a la vía pública acompañada de un amigo o familiar, las mujeres suelen ser abordadas cuando caminan por la calle mediante susurros o incluso gritos: «¡Mamita, qué linda que estás, ¿te acompaño o te persigo!?», «Con esa delantera para qué te pintás los labios», «Bonita, te hago todo».

¿Se trata de piropos tradicionales o acoso callejero? «Es muy difícil establecer dónde está el límite entre ambos conceptos, yo veo al acoso como una continuación del piropo”, afirma Cutuli.

En los últimos meses han surgido en varios países de América Latina diversas organizaciones que denuncian el «hostigamiento» sufrido por las mujeres en las calles, tal es el caso de Hollaback!, un movimiento feminista internacional que ha creado un mapa en su web oficial donde las mujeres pueden denunciar dónde sufrieron acoso y compartir sus experiencias personales.

En Argentina existen grupos como «Acción Respeto», que se dedican a pegar carteles en las calles y hablar con los transeúntes para explicarles por qué consideran necesario actuar contra el hostigamiento.

Chile, por su parte, creó en noviembre del 2013 el Observatorio contra el Acoso Callejero (OCAC), conformado por un equipo de abogados que se encargará de redactar un proyecto de ley con el fin de establecer los parámetros del hostigamiento en la calle y fijar penas.

Paraguay fue el primer país latinoamericano que ideó un proyecto que exige una pena de hasta 180 días de cárcel a quien dirija palabras o acciones con connotación sexual a una mujer con quien no mantiene relación de ninguna índole, en lugares o espacios públicos, sin embargo, la Ley Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres Basada en Asimetrías de Género fue archivada y no se volvió a discutir.

Así como hay detractores del piropo, también hay quienes lo defienden en su versión más poética y no agresiva, hasta la Ciudad de Buenos Aires estuvo cerca de inaugurar el «Día del Piropo» en 2010, la iniciativa estuvo a cargo de tres legisladores porteños que lo entendían como «una de las manifestaciones materiales, artísticas y espirituales transmitidas y creadas por el pueblo» presentes en la cultura popular.