Se trata de los hermanos Khalid e Ibrahim Bakraoui, los kamikazes de las explosiones ocurridas en el Aeropuerto de Bruselas y en la estación de Metro Maalbeek. Además, otro hubo otro terrorista muerto durante los ataques, mientras que un cuarto se dio a la fuga.
Las fuerzas de seguridad de Bélgica comienzan a tejer los hilos para comprender el ataque del martes por la mañana, que dejó al menos 31 heridos y más de 250 heridos. Con las imágenes difundidas por la policía y los medios de comunicación, se logró encontrar el departamento donde se prepararon las bombas, gracias a las declaraciones de un taxista que los llevó al aeropuerto y los reconoció por TV.
En el lugar, ubicado en la Rue Max Roos de Schaerbeek, un barrio de Bruselas, se encontraron, además de materiales para preparar artefactos explosivos, el testamento de los hermanos Bakraoui, que se inmolaron el día de ayer. Khalid realizó el ataque en la estación de subte de Maalbeek, mientras que Ibrahim se hizo estallar en el aeropuerto junto a otro compañero de la célula terrorista ISIS.
Najim Laachraoui es el hombre buscado del momento y estuvo en el aeropuerto antes de la explosión, pero logró escapar. Con la presencia de este yihadista que peleó en Siria en 2013, se logra una relación entre los ataques de Brusales y los ocurridos en París en noviembre de 2015. Es que rastros de ADN de Laachraoui fueron encontrados en los materiales explosivos que se analizaron en Francia.
Los investigadores, además, están buscando dos vehículos involucrados en el hecho, por lo que el número de integrantes de la red de ISIS en Bélgica podría ser superior. Con eso, crece el temor de nuevos ataques.
