Nueva Zelanda retuvo el título en Twickenham al ganar la final del Mundial sobre Australia por 34-17, siendo también la segunda vez de manera invicta. No pudieron superar a Nicolás Sánchez como el máximo goleador. La defensa será en Japón en 2019.
El primer tiempo finalizó 16-3 con un solo try de los neozelandeses, conseguido recién en el último minuto gracias a Nehe Milner Skudder luego de una fuerte defensa amarilla, que incluso se adelantó un poco luego de los primeros puntos en contra, llegando a empatar Bernard Foley sobre el cuarto de hora.
Ma’a Nonu apoyó ni bien comenzó la segunda mitad – no convirtió Dan Carter (de todas formas fue elegido el jugador del partido) – pero los Wallabies empujaron y llevaron el juego al mediocampo, alcanzando el in-goal en a los trece minutos por intermedio de David Pocock tras la amarilla al fullback Ben Smith.
Con el robo de Tevita Kuridriani y la conversión de Foley quedaron a cuatro (17-21), pero Carter aseguró con un drop y un penal, y sobre la hora se escapó Beauden Barrett solo para asegurar la celebración en Wellington.
Nadie había defendido con éxito el campeonato mundial, algo que sí habían hecho los de Steve Hansen repetidas ocasiones en el Tres Naciones, pero lo que más que habían estado habían sido Australia en 1999 y 2003, e Inglaterra en aquel año y 2007 cuando llegaron a dos finales seguidas.
Los Kiwis se tomaron revancha de la caída en la última fecha del Rugby Championship en Sídney que evitó el tetracampeonato, aunque luego se desquitaron en un amistoso en Auckland.
Ayer los Springboks se habían quedado con el tercer lugar al ganarle a los Pumas pro 24-13, aunque los 97 puntos del apertura argentino fueron insuperables, ni siquiera para el sudafricano Handre Pollard que quedó cuatro detrás; aunque fue el que más penales anotó (23 contra 20 de Sánchez). Julian Savea y sus ocho tries quedaron en primer lugar, mientras que Carter con 23 conversiones le sacó diez de ventaja a Sánchez y Greig Laidlaw de Escocia.
