Aníbal Fernández admitió la dura derrota y consideró que esto lo lleva a reflexionar que «llega el momento» de «dar un paso al costado». «A lo mejor ha llegado el momento que yo me tenga que correr», indicó.
Por otro lado, negó ser «el mariscal de la derrota» del kirchnerismo en la Provincia, y acusó que «hubo traición de otros dirigentes que lo pagaron en su distrito de la misma manera».
En este sentido, al ser consultado sobre un análisis de los resultados, dijo que «hay que mirarlos con prudencia, no son calenturientos». Y que la diferencia «no fue tan lejana» entre Vidal y él, ya que terminó siendo de «4,30» puntos.
«Voy a trabajar para que gane Daniel Scioli», remarcó, y agregó: «Si hubiese sido el mariscal de la derrota hubiera llevado» al gobernador a la derrota en la Provincia.
«Las urnas hablaron por sí solas», afirmó el funcionario, que dijo que si Vidal «se presentó y fue votada, está en condiciones de gobernar la provincia».
