Los albicelestes cerraron la Copa del Mundo en Tokio ante Estados Unidos, cayendo por 20-25, 21-25, 25-17 y 20-25, terminando con siete triunfos tras once partidos, y viendo como los norteamericanos festejaban por primera vez luego de treinta años.
Maxwell Holt fue elegido el hombre del partido, pese a que quedó tercero entre los goleadores de su equipo con 12 puntos, e incluso Facundo Conte quedó delante de todos ellos con 22 (quince remates, cinco bloqueos y dos aces). El
opuesto que juega en Polonia fue el segundo goleador de todo el torneo con 214 puntos, mientras que Sebastián Sole fue destacado como el central del equipo ideal.
El marcado pasó de un lado a otro de cada parcial, siendo los ganadores en 1985 (que no sumaban una medalla desde el bronce en 1991) los que siempre se concentraron y pudieron sumar los puntos finales, salvo en el cuarto set cuando cometieron más errores.
Los campeones panamericanos ganaron en cuanto a remates (53 a 49) y empataron en diez bloqueos, pero cometieron tres errores más (23 a 20) y dejaron pasar siete saques en comparación con los campeones (10 a 3).
Julio Velasco comentó luego de estas semanas de competencia: “Aprendimos muchísimo. Jugamos en el mismo nivel que los mejores equipos, incluso cuando perdimos. Jugamos bien, consiguiendo el mejor resultado argentino en una Copa del Mundo. Ahora tendremos que descansar para buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos en octubre”.
Estados Unidos e Italia sacaron boleto para Río de Janeiro, relegando a Polonia, que esperaba el milagro albiceleste. Los campeones mundiales llegaron invictos al último día, donde perdieron con los italianos en cuatro sets. Rusia quedó cuarto y Argentina, quinto, lo que es el mejor resultado, con un pasaje de cinco triunfos en fila y ninguna caída en cero.
