Bruselas está en máxima alerta terrorista por amenaza de atentado «concreto e inminente», según las autoridades, con bombas y explosivos. La pasada noche el Órgano de Coordinación para el Análisis de Amenazas (OCAM, por sus siglas en francés), que se encarga de determinar el nivel de riesgo terrorista, elevó la alerta de tres (amarilla) a cuatro, la máxima posible, en la capital del país.
Mientras tanto, las autoridades turcas han comunicado el arresto de un ciudadano belga de origen marroquí que presuntamente participó en la planificación de los atentados de París como «ojeador» de los lugares atacados.
En Bruselas, una de las medidas acordadas es el cierre total de las líneas del metro de la capital y del llamado submetro, una línea de tranvía subterránea. «Se corre el riesgo de sufrir unos ataques similares a los de París», ha declarado esta mañana el primer ministro belga, Charles Michel. El cento de la capital está desierto. Las tiendas de la lujosa Avenida de Luoise, una arteria principal de la capital belga, estaban cerradas desde el medio día y muchos comercios y restaurantes del núcleo urbano han echado el cierre «por motivos de seguridad», según se leía en algunos portones.
