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Justo al lado de Stevens Road está esta vivienda de inspiración Zen con fuertes líneas arquitectónicas y formas que se acentúan aún más por los materiales utilizados. Consta de dos volúmenes principales, el bloque frontal alberga los lugares sociales, tales como las zonas de estar y comedor formal, mientras que las funciones de servicio son relegadas a la parte posterior, junto con la cocina. Aunque visualmente similares, los bloques se distinguen por la textura – el bloque de la actividad social está revestido de granito y el bloque de servicio en concreto.

El proyecto requería que todos los espacios de la planta baja formaran un todo coherente para que cuando todas las puertas están abiertas en la planta baja, los espacios individuales se fundieran en un espacio único – desde la piscina y el jardín en la entrada, hasta el living en el bloque frontal y todo el recorrido hacia la cocina en el bloque trasero.

Un espejo de agua divide a los dos grandes bloques y se sienta en la base de un vacío de tres pisos de alto que llega hasta el techo. Este vacío forma el centro visual y espacial de la casa y también funciona como un medio para elevar el aire caliente de manera que el aire más fresco puede precipitarse y mantener las temperaturas bajas.

El dormitorio principal se encuentra en el segundo piso del volumen social principal, mientras que el cuarto de baño principal, así como dormitorios de los niños están en la parte posterior. En el piso del ático por encima hay un dormitorio adicional, y un número de espacios polivalentes. Terrazas contiguas y decks abiertos cubiertos de césped artificial hacen de la azotea un espacio interesante en el que se difuminan las líneas entre el espacio interior y exterior.

Con sus texturas naturales y abundancia de vegetación, es la adhesión a un diseño minimalista lo que forma la esencia de esta moderna casa, proporcionando así a sus habitantes una espaciosa y relajante morada para volver al final del día.