Esta casa situada en Porto Feliz fue diseñada para una familia para pasar sus fines de semana fuera de la ciudad de São Paulo.
En primer lugar se trabajó con la topografía natural del terreno con un muro de piedra longitudinal de 3 metros, que funcionó como un hito topográfico y dividió la trama en dos niveles de jardín de civil. El nivel superior, cerca de la carretera, tiene la entrada, mientras que el nivel más bajo, con vistas al lago, alberga la parte de ocio de la casa.
Nuestro objetivo con esta implementación fue la creación de una única casa de dos pisos cuando se ve desde la carretera, pero a medida en que la construcción avanza con relación a los muros de piedra, se forma un espacio en pilotis en el nivel inferior.
El espacio en pilotis formado tiene terrazas y toda el área social, y está delimitado apenas por marcos con vidrios deslizantes. En el nivel superior, además de los accesos y áreas de servicio que se enfrentan a la carretera, se encuentran las habitaciones de la familia y los dormitorios de invitados con vista al lago. La zona de ocio, tales como la sala de juegos para los niños, sala de cine, sauna y spa se encuentran dentro del muro de piedra, por debajo del nivel de la entrada, lo que disminuye el impacto visual de la casa construida. La piscina conecta estos espacios incrustados con los jardines.
Un refugio / pérgola en módulos cuadrados de madera laminada conectan los volúmenes de la planta superior, creando entre estos espacios un garaje, el hall de acceso y un jardín interior mientras proporcionan aleros para la construcción.
Una jardinera de acero cortén prácticamente protege toda la cubierta superior, proporcionando una mayor privacidad a las habitaciones, así como aumentando el sombreado de la planta baja.
