El volcán chileno Villarrica moderó el martes su actividad tras la primera erupción que experimenta en 15 años, que obligó en horas de la madrugada a evacuar de forma preventiva a la población más cercana por posibles aluviones.
El Villarrica, ubicado en el sur del país, inició una fase de mayor actividad cerca de las 03.00 hora local con una potente explosión que generó una nube de cenizas y gases que se elevó más de tres kilómetros, junto con la emanación de lava desde el cráter durante casi tres horas.
Sin embargo, la vehemencia del volcán -de una altura de 2.847 metros sobre el nivel del mar- se redujo a partir del mediodía.
«El nivel de actividad sísmica continúa descendiendo a niveles observados en el período previo (al martes). Además, la actividad eruptiva no ha reaparecido y sólo ocurre alguna emisión de gases», dijo Ricardo Toro, jefe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Pese a la disminución en la actividad del volcán, ubicado a unos 750 kilómetros al sur de Santiago, las autoridades mantenían un anillo de seguridad de 10 kilómetros en torno al volcán que mantenía a unas 400 personas evacuadas.
No obstante, cuando se produjo la erupción las autoridades activaron un plan de emergencia en que fueron desalojadas más de 4.000 personas pertenecientes a los municipios de Villarrica, Pucón, Curarrehue y Panguipulli.
«Se mantiene el proceso de evacuación de las zonas establecidas con alerta roja. Sernageomin (Servicio Nacional de Geología y Minería) se encuentra evaluando la situación de posibles aluviones, producto de los deshielos en el cono volcánico», dijo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
