La renuncia presentada hace dos semanas por el -ahora expresidente- Giorgio Napolitano, que está por cumplir 90 años, abrió la pugna por el sucesor.
En este caso, quedaba en mano de los 1.009 «grandes electores», 630 diputados, 315 senadores,, 5 senadores vitalicios y 58 representantes de 20 regiones la elección del nuevo presidente.
El día de ayer se desarrollaron las votaciones, pero ninguno de los candidatos a la presidencia de la República italiana alcanzó los apoyos suficientes para ser elegido jefe del Estado en la primera votación celebrada en el Parlamento, por lo que será necesario proceder a una segunda mañana.
El resultado culminó con 538 papeletas en blanco y con el político y magistrado italiano Ferdinando Imposimato, candidato del Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, como el más votado, con 120 apoyos.
De esta forma, aun queda indecisa, ya que para la elección del jefe de Estado se requieren dos tercios de los votos durante las tres primeras votaciones, que son 673, mientras que en la cuarta bastará la mayoría simple, es decir, 505.
Mañana se conocerán los nuevos resultados, en los que se espera que se llegará a un resultado final.
Entre las problemáticas actuales en la política italiana, se encuentran la falta de reformas: ya que para ser candidato en dicho país, se necesita ser mayor de 50 años y gozar de todos los derechos civiles. De esta forma, el cuerpo político de este país sufre de una falta de renovación notable.
Actualmente el candidato más importante es Sergio Mattarella, de 73 años, quien fue propuesto por el primer ministro italiano y líder del Partido Demócrata (PD).
