Delbonis ganó el quinto punto en una serie eterna para el tenis nacional

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En el día extra del clásico entre Argentina y Brasil, el tenista de Azul se quedó con el último duelo para darle el pasaje a cuartos, donde esperaba Serbia. Fue en cuatro sets, con un estadio lleno y una alegría final que quedará en el recuerdo.

Luego del parto de ayer, donde Mayer luchó más de 6 horas para vencer a Souza, Federico Delbonis debía enfrentar a Belucci, el más experimentado del equipo Carioca. El primer set ya había quedado en manos del argentino, por ende empezaba mejor parado en un día con mucho calor y nervios.

Pero el segundo set se lo adjudicó Belucci, que aprovechó el único quiebre para empatar el partido definitorio. Aunque el clima era complicado, el de Azul sacó a relucir todo su juego ofensivo para quebrar al rival. Las gradas repletas de publico albiceleste le jugó a favor y el supo aprovechar ese escenario, que el día anterior era más parejo.

El tercer set se lo llevó con relativa comodidad, con dos quiebres arriba para poner el 6-2 en el marcador. 2-1 en sets y con la oportunidad única de vencer en el cuarto. Fue el más parejo del partido, porque Belucci logró quebrar para sacar una luz de ventaja, pero Fede se recompuso a tiempo. Después, con un 6-5 a favor del nuestro, Belucci tenía toda la responsabilidad de manter el saque y obligar el tie-break. Pero esa instancia nunca llegó, ya que Delbonis volvió a quebrar en el único Match Point que tuvo.

Gran victoria para un equipo argentino joven, que luchó desde abajo durante cuatro días. El clima fue bastante tenso durante todo el fin de semana, en una grada dividida que no se decidía si apoyar a los que estaban en cancha o a los que estaban afuera y no fueron (o no decidieron) ser convocados.

Ahora espera Serbia, una selección complicada, con buenos nombres que están en la elite del tenis mundial. La presencia de Del Potro (si se anima a jugar de una vez por todas) tal vez le de algo de jerarquía a este equipo tan joven, tan inexperto, pero que cumplió, porque está vez era ganar como sea, y se hizo. Aplausos para estos chicos que nos pusieron en un lugar de donde nunca nos tendríamos que haber ido. Ojala ahora pese más el equipo, y no tanto los nombres propios.