Donald Trump echó a un periodista argentino de su conferencia

El confuso episodio ocurrió durante una conferencia en Manhattan. Aparentemente, el reportero habría hablado en español por teléfono, lo que irritó al entorno del polémico candidato a la presidencia de los Estados Unidos.

Otro acto repudiable fue llevado a cabo por la organización de la campaña presidencial de Donald Trump, el magnate norteamericano que está disputando la carrera presidencial en su país.

Esta vez, el episodio ocurrió en la Trump Tower de Manhattan, donde el precandidato republicano echó a un reportero argentino que se había acercado para grabar una conferencia.

Lo que habría irritado a la gente de Trump es que Marcos Stupenengo, que trabaja para la cadena mexicana Azteca TV, habló con su teléfono celular antes de realizar una entrevista, y lo hizo en español, según sostuvo el portal buzzfeed.com

“Puedo decir que es lo peor que me ha ocurrido en 13 años de periodismo”, sostuvo Stupenengo.

Otra versión, sostiene que el reportero no tenía la acreditación correspondiente para acceder al lugar: “Fue el viernes a la casa de campaña, obviamente los de seguridad lo detuvieron, le dijeron que su nombre no estaba en la lista de gente que tenían autorizado recibir. Marcos insistió, les explicó que verbalmente tal persona le había dado la autorización, ellos hicieron llamadas de teléfono y demás y al no encontrar a la persona ni poder Marcos presentar el email con ninguna autorización le negaron el acceso por no poder localizar a la persona que le dio la autorización verbal», explicó Jorge Mettey directivo, de Azteca TV.

Aún así, denuncian que durante la conferencia, una persona del entorno del candidato sotuvo: «No nos interesa la cobertura de medios en español».

De esta manera, Donald Trump continúa con su campaña racista en contra de los latinoamericanos, a quienes acusó de “violadores, criminales y narcotraficantes” y prometió que, de ganar, los echará del país y construirá “un gran muro” para evitar que regresen a los Estados Unidos.

Más tarde, el propio reportero publicó en Twitter que no se trataba de una entrevista, sino de una grabación que iba a realizar: “Aclaro, no me fue cancelada una entrevista personal con Donald Trump, sino una grabación en su centro de campaña de Manhattan”.