Tras los altos niveles de contaminación ambiental, crece la oferta de mascarillas, purificadores de aire y hasta latas de aire puro. La variedad de productos es cada vez más amplia.
Donde unos ven un grave problema para la salud y el medio ambiente, otros ven una oportunidad de negocio, para lidiar con los altos niveles de contaminación atmosférica de Pekín y otras ciudades chinas en donde ya se ha abierto un lucrativo mercado: el de respirar aire limpio.
Crece entonces la oferta de las convencionales mascarillas o purificadores de aire, hasta productos más pintorescos como la de vender latas de aire puro que permiten mitigar los efectos de la contaminación, traen con ello aparejado un amplio sector comercial que se encuentra en pleno apogeo.
«Picos de contaminación como el que sufre Pekín desde este sábado, que ha obligado a decretar la segunda alerta roja por contaminación -la máxima- en la historia de la ciudad, han disparado la demanda de estos productos», indican los medios locales.
A tales fines, el nuevo comercio se ha construido en base a la fabricación de mascarillas faciales como icono de la lucha diaria contra la contaminación, aunque otro producto resulta más rentable: el purificador de aire, un aparato diseñado para espacios cerrados que limpia el aire de partículas contaminantes.
Indican las cifras que la venta de purificadores de aire en China ascenderán al término de 2015 a 6,77 millones de unidades y generarán unos ingresos de 15.350 millones de yuanes (2.400 millones de dólares, 2.200 millones de euros), según las estimaciones de Askci, una firma local de estudios del consumo.
«En términos de competencia, el mercado va a ser extremadamente feroz. En 2000 había alrededor de un centenar de firmas fabricando ese equipamiento. Hoy la industria china cuenta con más de 3.000 marcas» para enfrentar los problemas de la contaminación, indicaron los especialistas.