El gigante automotor alemán, Volkswagen, quedó inmerso en un escándalo a nivel global, luego de que la Agencia de Protección Medioambiental norteamericana (E.P.A. por sus siglas en inglés) emitiera este fin de semana una denuncia por falsificación de datos sobre gases tóxicos.
Los alemanes nos siempre son tan perfectos, o al menos eso fue lo que nos demostraron este fin de semana, los dirigentes de la empresa más importante de autopartes del mundo, que reconocieron, luego de meses de investigación, una de las más grandes estafas de la historia del automovilismo.
Aparentemente, la empresa alemana, habría instalado en sus autos diesel, un software capaz de detectar cuando el vehículo era testeado, para reducir sus emisiones tóxicas al mínimo, pero que luego de la prueba, se desactivaba automáticamente, engañando a todos los agentes medioambientales.
Según las palabras del presidente de la Volkswage, Martin Winterkorn, quien tan solo 5 meses atrás, había asumido el puesto, en el mundo hay más de 11 millones de autos con este software instalado.
Esta vergonzosa realidad, fue descubierta por el director de Clean Transportatio, Peter Mock, quien, en medio de unos estudios, en donde buscaba demostrar que los vehículos norteamericanos contaminan menos que los europeos, se topó con esta sorpresa.
“Fue impactante”, señaló Mock, luego de comprobar que los autos afectados pasaban sin problemas las pruebas de gases, pero en circulación por carretera emitían hasta 40 veces más contaminantes que lo permitido.
Hasta ahora, la empresa alemana solo ha sido sancionada en los Estados Unidos, siendo obligada a frenar todas las ventas de autos diésel, y a pagar una multa que oscila entre los 16 y 18 mil millones de dólares. Sin embargo, otros países como Francia, Alemania, Italia y Corea del Sur ya iniciaron investigaciones.
Por su parte, Volkswagen perdió este lunes 20 puntos en la bolsa de Frankfurt, haciendo caer la bolsa alemana, y detrás de ella, el resto de las bolsas europeas.
Gabriel Sarti
@SartiGabriel
