¡Feliz cumpleaños, Pappo!

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Un diez (10) de Marzo, del año 1950, nacía Norberto Aníbal Napolitano (nombre “despreciado” por su portador), Pappo.

Con el correr del tiempo, este sencillo sujeto, se transformaría en uno de los más grandes y emblemáticos guitarristas de nuestro país.

Integrante de  grupos míticos como “Los gatos” y “La pesada del rock ‘n roll”, entre otros.

Entre tantos nombres, y tantas bandas, a principios de la década del 80, nace “Riff”, una de las primeras y mas reconocidas bandas heavys de antaño. Con Vitico en el bajo y Michel Peyronel en la batería, el conjunto traía consigo un sonido poco conocido y asimilado por entonces en estas tierras. “Riff fue una patada en los huevos para muchos”, sostuvo el cantante y compositor. Pero el poder de la música, junto con las vestimentas de los integrantes, venia acompañado de un mensaje. Tantos años de dictadura, y la “necesidad” de la gente de saborear la libertad, provocaron que los sonidos que salían de la viola de “el carpo” y la bata de Michel, generaran una reacción espontánea. Un show en el estado de Ferro, en el cual, la gente empezó a hacer desmanes, la policía reprimiendo y, el trío arriba del escenario, continuando con el recital: Prácticamente, dejamos la vida”, recordó Pappo, en referencia a ese episodio. Otra cuestión a la que hacia mención, era adjudicar a aquella banda, ser la primera en utilizar la imagen de una mano sosteniendo una cadena, como un símbolo: “Nosotros fuimos los primeros que lo hicimos. Después lo hicieron “Los redondos”, cuenta.

Luego de aquellos años, en los cuales también había tenido mucha trascendencia en su otro ámbito (el blues), llega a lo que fuera, tal vez, uno de los momentos mas emocionantes y memorables para “el carpo”. La invitación por parte del gran “B.B. King”, y compartir escenario junto a el en Estados Unidos.

Una gigantesca huella en lo que es el blues. Una gran influencia para lo que, mas adelante, sería la expansión del metal en Argentina. “La suerte hallé, cuando un disco de Pappo, oí por primera vez; Mis primos del barrio Alindar, desde ese día supieron, que seguiría los pasos, de aquel inmenso roquero”, expresa Almafuerte, en su tema “Ciudad de Rosario”.

Resulta muy difícil evitar, que vengan imágenes a nuestra memoria, de aquella madrugada tan triste, cuando supimos que “el rey ha muerto”. Su Harley Davidson (otra de sus grandes pasiones), tuvo “un toque” con la de su hijo, Luciano, ocasionando que su padre cayera al asfalto, y el final que, lamentablemente, todos conocemos. El camino del cortejo, rodeado de una multitud de gente, coreando “mucho por hacer, queda queda mucho por hacer”, frase que sale del tema titulado “Mucho por hacer”, de Riff. Sus colegas y amigos, haciendo sonar los escapes de sus respectivas motos.

Grandes recuerdos dejó. Pero, quedémosno con lo primero, con todo lo bueno y maravilloso que hizo, este roquero, amante de los fierros, y personaje muy particular, que marcó una era, e instaló una huella enorme en nuestra música.

Federico Campos