Florencia Kirchner rompió el silencio

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Florencia Kirchner tiene un doctorado en la materia «ser hija de presidentes». En 2003, cuando su padre llegó al poder, tenía 13 años. En diciembre de 2016, cuando Cristina dejó el gobierno ya era una mujer de 25 y madre de una beba, Helena. Durante todos estos años tuvo un perfil relativamente bajo, dio poquísimas notas y solo comunicó su postura política -sobre todo en cuestiones de género- a través del Facebook de Cristina. Por eso es una sorpresa la extensa e intimista entrevista que dio para una revista digital independiente en la que habló de todo: el aborto, la maternidad, los medios, sus proyectos, su relación con los padres.

«Fui utilizada para atacar políticamente a Néstor y a Cristina. No me animo a descartar la existencia de una persecución y un ensañamiento hacia mi familia de parte de los medios hegemónicos», dijo en relación a dos denuncias que la involucraron en los últimos años y que tienen que ver con la propiedad de un lujoso departamento en Nueva York y con una costosa refacción en Olivos para que ella viviera durante su embarazo. «Casualmente estas dos acusaciones están conectadas a las figuras de mis padres», aseguró a la revista Paco.

En sintonía con su familia, Florencia apuntó a los medios de comunicación: «Los medios están silenciados como nunca los vi. Disfrazan la realidad, que es el ajuste, el desprecio por los que menos tienen, los aumentos de la comida y los servicios para los trabajadores, el estancamiento de los salarios, con inventos para distraer de lo importante».

De todos maneras, la mayor parte de la entrevista giró por fuera de la política. Florencia Kirchner se refirió al despertar de conciencia que implicó quedar embarazada. «Al embarazarme sentí que mi entorno esperaba ciertos comportamientos de mí que no se correspondían con mi forma de ser. ¡Tenía 24 años y empezaron a llamarme de una día para el otro señora! Me empecé a replantear por qué me sentía tan enojada, por qué no quería ver a nadie. Durante el embarazo todos me preguntaban cómo me iba a arreglar con el bebé durante el primer tiempo y al papá de mi hija, no. Se daba por sentado que él iba a seguir trabajando».

Una de las críticas más fuertes que recibió fue a raíz de su negativa a amamantar a su hija. «Yo siempre supe que no quería dar la teta, me generaba mucha impresión, y me dijeron cosas terribles, me juzgaron muchísimo», dijo Florencia quien todos los viernes conduce un segmento radial en Radio La Voz en el que debate y cuestiona la sociedad patriarcal, las problemáticas de género y la diversidad sexual.

También sentó posición respecto a un tema álgido, que la ubica en la vereda opuesta a su madre: el aborto. «Estoy segura de que si los embarazados fueran los hombres, el aborto sería legal. A esta altura tendría que estar legalizado, o al menos despenalizado, y que nunca más una chica termine presa».

Con respecto a la crianza que recibió de sus padres y le gustaría replicar en su hija, aseguró: «Me dieron mucha libertad y sabían cuándo llamar la atención, no generaban crisis por cualquier pavada. Nunca me sentí limitada por mis papás y me gustaría que mi hija también se sintiera así, libre de hacer y decidir».