Los Warriors derrotaron a Cleveland 108-97 de visitante y quedaron 3-1 arriba en las finales de NBA. Stephen Curry tuvo una actuación descomunal con 38 puntos y lunes en Oakland podrían repetir un nuevo anillo.
El actual campeón pudo ganar el famoso partido definitorio fuera de su casa, en quizás el encuentro más parejo de la serie, donde sus principales figuras aparecieron en los momentos claves que lo deja a un paso de otro anillo.
El elenco de Steve Kerr pudo controlar bien el ataque de LeBron James en el comienzo, con Draymond Green firme desde la marca (12 rebotes) ganando por la mínima 29-28. Al segundo periodo Kyrie Irving calentó la mano y desparejó con sus puntos (goleador de su equipo con 34) en un final polémico tras una falta técnica a Kerr, dejando adelante a los Cavaliers 55-50.
El local se fue apagando a pesar del trabajo impecable de James (25 puntos, 9 asistencias y 13 rebotes) porque los tiros externos de los Warriors fueron funcionando de la mano de Curry y Klay Thompson (25 unidades, 4 de 9 en triples) para quedar al frente nuevamente por dos puntos 79-77.
En el cuarto definitivo Curry machacó la confianza del equipo de Tyronn Lue, con sus bombas de tres, (7 de 13, 38 puntos) anotando más tiros externos que libres (21 puntos desde los triples y 17 en libres) siendo el récord en una final de NBA con 17 en total (47%), marcando una brecha de 9 unidades a falta de cinco minutos, cerrando el pleito finalmente 108-97 en el Quicken Loans Arena de Ohio.
La serie quedó 3-1 a favor de los Warriors, que volverá a jugar en el Oracle Arena de Oakland este lunes en el quinto juego, a las 22:00 hora de Argentina en busca de su segundo anillo seguido y el quinto en su historia.
