«Me siento horrible. Me parece que cuando la gente me mira ve basura, aún con todo el apoyo que estoy recibiendo. El estigma es lo que más me duele. Es como si dijeran ?es su culpa. Fue ella la que se puso un vestido corto. Fue ella la que quería ir allí?’. Lo vi en Facebook», contó la joven al canal O Globo.
Según contó los últimos días fueron muy difíciles para ella. Se siente sucia y llegó a bañarse hasta cinco veces en un día. En la ducha, cuando ve su cuerpo, recuerda el horror que vivió y llora.
La adolescente reconstruyó el crimen: «Fui a un baile. Después, me fui a la casa de mi ex y me quedé dormida. Cuando me desperté, estaba en otra casa, con un montón de gente alrededor mío».
La joven, que fue drogada, contó que la violaron «de todas las maneras posibles, incluso con objetos». También recordó los insultos que le gritaban sus agresores: «Sé que te gusta, sos una perra», «rata», «puta»… Mientras dos hombres la sostenían, otros abusaban de ella. «Me sentía totalmente impotente. Sólo pensaba en salir de allí. Creí que iba a morir. Creí que me iban a matar. Utilizaron hasta armas», explicó.
«Quiero que la justicia de Dios caiga sobre estas personas. Y que nunca más, nunca, nunca me puedan hacer eso. Me siento una basura, no quiero que otra persona se sienta así nunca», agregó.
La joven, que fue madre a los 13 años, se recupera en su casa. Sólo salió para ir al hospital y a declarar a la comisaría y a la Dirección de Represión de Delitos Informáticos (DRCI), que investiga el caso. Su madre también teme salir a la calle y consideran mudarse fuera de Río. (TN)
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