SABO fue invitado a repensar el apartamento de París de una joven diseñadora de modas que busca maximizar su espacio. El diseño consiste en el traslado de varias particiones y la inserción de una pared gruesa multifuncional que opera como como escaleras, oficina, exhibición, armario, almacenamiento de telas, fuente de luz natural y artificial o partición deslizante.
El mobiliario poroso permite que la luz natural llegue a un pasillo central, así como la elaboración de puntos de vista entre el nuevo dormitorio y el salón. Los pasos alternados de la escalera celebran las colinas circundantes y cultura de escalada de Montmartre.
En la cocina, un pequeño jardín vertical proporciona frescas hierbas aromáticas gracias a una combinación de exposición directa del sol e iluminación artificial especializada. Una encimera de acero con escurridor integrado hecho a medida se suelda en su lugar para alcanzar 5 metros sin problemas. Por el contrario el piso de fantasía está compuesto por unas 25 tiras de caucho natural de 14 colores diferentes.
